River continúa ahogado en el fondo de la tabla. Y parece no tener reacción. El conjunto de Diego Simeone volvió a dejar una pálida imagen, esta vez en el Norte del país, y perdió con Gimnasia de Jujuy, que logró conseguir un resultado histórico, con el que salió de la zona de descenso directo. Así, el presente de los de Núñez es cada vez más oscuro, ya que consiguieron sólo cuatro puntos de los últimos 27 disputados, sumaron su tercera caída consecutiva y superaron por lejos el peor comienzo de torneo en toda la historia de la institución. Para colmo, el equipo juega cada vez peor.

Pero, en el comienzo de la tarde, ni el más pesimista habría pensado en que se daría lo que finalmente ocurrió. Porque River mostraba todas sus ganas, de a poco arrinconaba a Gimnasia contra su arco y tenía algunas chances de llegar al gol. Sin embargo, una y otra vez falló. Primero porque Gastón Pezzutti tuvo mucha solvencia para mantener el cero en su arco, y luego porque Villagra, Gil y Ponzio, en ese orden, no estuvieron precisos a la hora de la definición.

Hasta ahí, el equipo conducido por Simeone merecía más. Pero, al igual que ocurrió el miércoles por la Copa Libertadores en el Monumental, en un par de minutos todo lo que había construido se derrumbó. Porque ya el uruguayo Flores no tenía tanta movilidad en ataque, Villagra no llegaba a desequilibrar por la banda izquierda y Buonanotte estaba desaparecido. Además, con poco, Gimnasia se agrandó. Porque con cada arremetida de Carranza podía llegar a posición de gol y sólo con las ganas de Gómez se hacía dueño de la mitad de la cancha.

Así no sorprendió que, como consecuencia del juego, los jujeños llegaran el gol. Porque lo buscaron de todas las maneras posibles y recién luego de un cabezazo de Desvaux después de un corner pudieron quebrar al marcador.

A partir de ahí, River se desacomodó. Nervioso y ansioso por encontrar el empate, el equipo buscó con más ganas que fútbol llegar hacia el arco de los jujeños, pero para ese entonces se defendían bien cerca del área con cinco jugadores y tenían, un poquito más adelante, cuatro volantes de contención. Por lo que se les hizo demasiado difícil a los de Núñez crear una verdadera situación de riesgo.

Para colmo, el nerviosismo que dejaba al descubierto Simeone no calmaba a un equipo que reflejaba en la cancha ese comportamiento del entrenador. Así terminó cegado y mostrando al máximo la escasez de ideas que tiene este River, que imperiosamente necesita un conductor. Porque si Buonanotte no pesa, como sucedió ayer, el equipo no tiene vértigo y tampoco logra crear situaciones en conjunto que desacomoden a su rival.

Por eso perdió. Porque terminó desesperado tirando pelotazos en el área y no tuvo ideas para romper el inteligentísimo planteo de Gimnasia, que finalizó parado de contra y tuvo alguna chance aislada de aumentar el marcador. Así, River se hundió un poco más, y siguió cosechando más records negros en su haber, que demuestran por qué el equipo está en la posición que ocupa en este torneo: último y cómodo, acompañado por Central. Por eso tendrán mucho que cambiar, los jugadores y el entrenador, para realizar una tarea un poco más digna de la que vienen realizando hasta ahora y para finalizar aunque sea con la cabeza en alto el campeonato.

Estadio: Gimnasia (J).

Arbitro: Diego Abal.

Gol: 56m Desvaux (GJ).

Cambios: 54m Rosales (5) por Archubi (R), 55m Falcao por Gil (R), 62m Busse por Carranza (GJ), 66m Vega por Ojeda (R), 71m Luna por Ramírez (GJ), 84m Calandria por Arraya (GJ).