No pueden quedar dudas: Estudiantes quiere sumar otro título local y tiene cómo hacerlo. Al menos eso terminó de demostrar ayer al derrotar a San Lorenzo en su cancha con un golazo de Gastón Fernández. Y aunque finalizó el encuentro replegado y sufriendo los tibios embates del conjunto local, logró salir victorioso en una seguidilla de partidos complicados, que incluyó el encuentro con Boca, el clásico platense (correspondiente a la 4ª fecha) y el partido de ayer, en el que se quitó de encima la presión de los de Boedo, que quedaron a 7 unidades. Con estos nueve puntos en siete días, los platenses se aseguraron el primer lugar en la tabla de posiciones y una diferencia de cinco puntos sobre sus inmediatos perseguidores, Vélez y Arsenal.

La actuación superlativa de Enzo Pérez fue clave en la victoria de Estudiantes. El volante, que debió salir a los 53 minutos por una molestia muscular, fue determinante en la primera parte y su desequilibrio constante resultó vital para que sus compañeros no extrañaran la ausencia de Sebastián Verón, que ayer fue reemplazado por Leandro Benítez. A pura explosión, Pérez logró complicar a la línea de tres defensores de San Lorenzo, especialmente a Bottinelli, y así le sirvió la pelota a Fernández para que, luego de enganchar y desairar a sus marcadores, éste asegurara la pelota y la apertura del marcador. Con este golazo, Fernández terminó la sequía y anotó su primer tanto en el presente Apertura.

Rodrigo Braña fue la otra pata de la solvencia en el mediocampo de Estudiantes. Le ganó buena parte de la tarde la pelota a Leandro Romagnoli y hasta se animó a llegar un par de veces con peligro a la zona de definición. Albil evitó que el primer tiempo, donde Estudiantes fue abrumadoramente superior, terminara con una diferencia mayor al 1-0, ya que le tapó dos chances a Braña, una a Pérez y otra a Juan Pablo Pereyra.

De los locales, poco y nada. Arriba, el uruguayo Sebastián Balsas papó moscas mientras esperó en vano que le llegara un centro digno como para cabecear y así aprovechar sus casi dos metros de altura, que tanto le quitan cuando la pelota va por abajo. De Menseguez, casi ni noticias. Y así San Lorenzo terminó la primera parte, sin sumar situaciones de gol, con excepción de una jugada de tiro libre en la que tras una serie de rebotes la defensa platense despejó el peligro.

Tan impotente era San Lorenzo en ataque que los hinchas, que antes habían silbado lindo a Agustín Orion, terminaron dirigiendo sus dardos contra sus propios jugadores. De eso debió hacerse cargo el DT Ramón Díaz, quien para la segunda parte, quizá cuando vio que la tarde se ponía negra a pesar del cielo despejado, mandó a la cancha primero a Fabián Bordagaray, después a Sebastián Luna y luego a Aureliano Torres para mandar centros y más centros al corazón del área.

No sirvió de mucho, porque la sólida defensa de Estudiantes se cerró bien atrás y, cuando el partido lo obligó, sobre todo después de ceder la iniciativa, se vio obligado a sumar más hombres a la última línea y terminó defendiéndose con cinco y hasta seis hombres.

La salida de Pérez complicó a Estudiantes. El cansancio acumulado por la seguidilla de partidos hizo el resto. Los platenses se replegaron y San Lorenzo, con Romagnoli intentando hacer todo solo, se fue a la carga. Le faltó claridad, le faltó juego, le faltó inteligencia para concretar ante Orion aquello que fue capaz de insinuar, pero que quedó toda la tarde atado al plano de las intenciones.

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Estadio: San Lorenzo.

Arbitro: Federico Beligoy.

Goles: 25m, G. Fernández (E).

Cambios: 53m, M. Sánchez por Pérez (E); 55m, Bordagaray por J.M. Torres (SL); 66m, Luna por Meza (SL) y M. Núñez por G. Fernández (E); 73m, A. Torres por Placente (SL); 81m, Roncaglia por Ré (E).