Para Estudiantes, el margen que le dio el título del Apertura le permitió tener un verano muy tranquilo. Sin bajas importantes, más allá de la salida de Marcos Rojo, el conjunto de Sabella aparece como un firme candidato al título, tanto en el certamen local como en la Copa Libertadores. Y eso que durante el verano escondió las cartas.

El primer golpe del mercado de pases lo dio el campeón. Cuando Racing y San Lorenzo se peleaban por Pablo Barrientos, Estudiantes irrumpió con sus pergaminos y su orden institucional para llevarse al jugador del Catania, que prefirió la doble competencia y un equipo ordenado. De esa manera, Sabella se garantizó un volante que le aportará fútbol y gol, tal como lo demostró en el primer amistoso del año ante los pibes de Racing, con un espectacular tanto, luego de un caño y un remate a colocar.

Si bien ese encuentro inicial no puede tomarse como un verdadero parámetro por la inexperiencia del rival, Estudiantes dejó en claro que tiene muchas herramientas para competir. Hizo goles de jugada y también de pelota parada, algo que maneja casi como nadie a partir de la pegada de Juan Sebastián Verón y de Leandro Benítez, uno con cada pierna.

El segundo ensayo, con River, ya fue un examen más exigente. Sin Rojo y con la llegada de Barrientos, Sabella planteó un nuevo esquema. Del 5-4-1 que mostró a lo largo de casi todo el Apertura pasó a un 4-4-2 más clásico, aunque no da la sensación de faltarle fútbol, teniendo en cuenta que los volantes externos serán el ex San Lorenzo y Enzo Pérez, mientras que por el medio aparecerá Verón. Ante el conjunto de Jota Jota López, la prueba no fue del todo productiva, ya que el partido se picó muy rápido y ambos equipos se preocuparon más por pelear que por jugar. Igual, gracias al triunfo ante Racing, a Estudiantes le alcanzó para quedarse con el trofeo.

De cara al Clausura, el conjunto platense sumó a Nelson Benítez y, además, recuperó a Hernán Rodrigo López, que había estado lesionado durante casi todo el Apertura. De esa manera, Sabella dispone de un plantel extenso, confiado y ganador. Como para animársele a cualquiera, tanto en la Copa como en el torneo.