La comisión directiva de Estudiantes decidió aplicar el derecho de admisión, dejar de entregar entradas de favor y cortar todos los vínculos con los violentos. Y aunque se repitan hechos amenazantes, el presidente de la entidad platense, Enrique Lombardi, aseguró que “no habrá marcha atrás” en esta política. “Prometimos llevar a cabo una gestión transparente y vamos a cumplir. No vamos a mantener relaciones con gente que trabaja de hincha”, remarcó en diálogo con Líbero. “Alguien tenía que dar el primer paso, y fuimos nosotros”, remarcó el mandatario.

–Al romper relaciones con los barras se hicieron cargo de una demanda de los socios. ¿Ahora se siente verdaderamente respaldado por la gente?

–Por supuesto. Además estamos haciendo lo que la gente nos pidió y lo que prometimos que íbamos a hacer cuando estábamos en campaña. La gestión que pretendemos llevar a cabo será transparente. Si vamos a recorrer ese camino no podemos hacer otra cosa que romper con los violentos. Mientras esta comisión directiva maneje los destinos de Estudiantes no tendremos contactos ni relaciones con los barras. Es una decisión tomada. El socio se merece disfrutar de las instalaciones del club libremente y el hincha auténtico tiene el derecho de ir a la cancha con tranquilidad.

–¿No tiene miedo de sufrir amenazas de parte de los barras?

–Hasta ahora no nos amenazaron ni nos agredieron, y si sufrimos una acción intimidatoria denunciaremos y nos pondremos a disposición de las autoridades. Esta conducción actúa así no porque tenga una vocación por el heroismo. Estamos convencidos de que no podemos obrar de otra manera. Por mi formación como docente creo que no puede existir un criterio para la teoría y otro para la práctica. Hay que ser coherentes. Si digo algo lo tengo que refrendar con hechos. Si no, tengo una conducta hipócrita.

–¿Se pueden repetir hechos como los que motivaron la suspensión del partido con Banfield?

–Eso dependerá de la eficacia que tengan los operativos de seguridad. No puedo asegurar que lo que ocurrió contra Banfield no vuelva a suceder. Lamentablemente, no es nuestra responsabilidad. Igual, no vamos a cambiar.

–¿Lo de las bombas de estruendo estuvo orquestado?

–No me quedan dudas. Después de que cayó la primera bomba estaba seguro de que se venían otras más. Me llamó la atención que el operativo no pudiera controlar a unos pocos tipos que tiran cosas a la cancha.

–El Coprosede no sancionó al club por la suspensión del partido. ¿Es una forma de respaldar la decisión?

–Sí, además nos alentaron a seguir adelante con esta política. El organismo entiende que el club fue ajeno a lo que pasó en la cancha de Quilmes. Les entregamos una lista de 270 personas, que son las que tienen el acceso vedado a la cancha y por ahora eso se cumple. También nos sentimos respaldados por el fiscal Fernando Cartasegna, que instruye en la causa por extorsión que se sigue contra los barras.

–¿Se sienten respaldados por el resto de los clubes?

–En las reuniones del Comité Ejecutivo de AFA todos nos manifestaron su solidaridad. Espero que eso también se manifieste en hechos y que sigan nuestro camino. Hay que comprometerse en serio y sacar a los violentos de las canchas y los clubes. Una medida concreta que se puede tomar en este sentido es la digitalización de las entradas. Sería un instrumento que nos permitiría avanzar mucho, porque nos resultará más sencillo individualizar a quienes concurren a los estadios.

–¿Existe voluntad política en los demás clubes para encarar seriamente el tema?

–Por los demás no puedo hablar. Para nosotros sería mucho más fácil decir que la violencia está instalada en la sociedad y en el deporte, pero eso es una sanata, un verso. Para nosotros sería más sencillo arreglar con esta gente, pero eso no sería correcto. Preferimos pagar el precio de lidiar con la situación porque es lo mejor para Estudiantes.