FúTBOL
El peso de la camiseta
La cuestión es: ¿cuál es la influencia estimable que tiene sobre el rendimiento de los jugadores de fútbol la cantidad –en gramos– de tela coloreada que se ponen sobre el torso a la hora de jugar? Es decir: cuánto pesa la camiseta... Las reflexiones que siguen van mucho más allá de los lugares comunes del buen sentido.
Por Ricardo Plazaola
Cuánto pesa una camiseta de fútbol? ¿300 gramos? ¿400 gramos? Depende, por cierto: unas pesan más que otras. Depende si son de algodón –algunas quedan– o de cierta fibra, si son de manga larga o corta y, por supuesto, de mayor o menor tamaño.
Los que saben, aseguran que también depende de los colores, es decir, ciertos tonos y combinaciones generan efectos sobre la materia a la que se aplican, dándole mayor o menor peso. Por esa razón, las poderosas marcas que fabrican ropa deportiva consideran que la química de las tinturas debe ser materia de estudio cuidadoso.
Por ahora, la mezcla de colores y sus resultados es un misterio: los científicos han intentado siempre lograr una camiseta más liviana –para ganar en agilidad y velocidad–, pero hasta ahora el secreto de los colores se mantiene bajo siete llaves.
Al parecer, se producen efectos imprevistos y cambiantes por la combinación de colores no sólo de la misma camiseta sino de los de la camiseta y el pantalón, por ejemplo. Es más, se ha llegado a decir que los colores de un equipo interactúan misteriosamente con los del equipo rival, haciendo que una camiseta habitualmente liviana de golpe se transforme en pesada.
Además, se producen reacciones muy extrañas en la coexistencia de colores de una camiseta con el medio ambiente: un mismo color genera mayor o menor peso de acuerdo a los colores del estadio, de acuerdo a que haya más o menos cemento (en realidad, a más cemento más color), y a que haya más o menos carteles de publicidad. Generalmente, dicen los estadígrafos, cuanto mayor es la cantidad de carteles publicitarios, mayor es la cantidad de colores y más ganadora se hace la camiseta.
En los laboratorios de las empresas de indumentaria deportiva se ensayan colores ideales para delanteros, que pueden molestar más a los arqueros. El campo de estudio está avanzando sobremanera en cuanto a los colores de los ejecutores de penales, y se analizan interminables estadísticas.
Sin embargo, del otro lado de esta historia –del lado amateur, digamos– sucedió un episodio que pone en duda la hipótesis: la subcomisión de fútbol de veteranos del club Daom, de Flores, quería comprar un juego de camisetas para el equipo, pero sólo tenía el dinero de la rifa de un compacto de Violeta Rivas y apenas les alcanzaba para seis jugadores. Como fracasaron las gestiones para conseguir un sponsor –había una media palabra con un laboratorio que fabrica Viagra y antioxidantes–, la subcomisión pagó dos kilos de tela, con los que armaron un equipo completo de pecheras.
¿Qué resultado les dio el truco de las pecheras? Nada cambió: eran muy livianas, pero los veteranos de Daom siguieron logrando los mismos resultados que antes, es decir, empataron y perdieron con los tradicionales rivales de la ruta Caballito-Flores-Liniers. Ellos dicen que más que la camiseta, lo que vale es el amor que uno le tenga.
Les queda entonces a los físicos que estudian la luz y sus efectos una larga jornada de investigación para saber por qué una cierta combinación cromática hace más pesada una camiseta. Ellos deberán explicar por qué unacamiseta pesa más según el lugar donde luzca o los colores de la camiseta que aparezca enfrente, y quizás –aún más– según la propia piel de quien la vista o los números que lleva en la espalda.
La investigación deberá encarar una vasta encuesta entre los propios jugadores para saber por qué unos se sienten más cómodos con algunos colores que con otros: con una camiseta roja, y sólo con la roja, Bochini se animaba a todo; hay quien no se puede poner la celeste y blanca; otros, como Diego, no son influidos negativamente por color ninguno.
Así se sabrá qué es lo que diferencia a los amarillos del Brasil y del Villarreal, al blanco de la diez del Real Madrid respecto del mismo blanco de la quince de Huracán, qué peso específico tienen la celeste uruguaya, la celeste cordobesa y la celeste de la Lazio, los rojiblancos de Estudiantes, Unión y River o los auriazules de Boca, Central y Parma.