Lun 10.02.2003
libero

FúTBOL › LOS EQUIPOS DE MARCELO BIELSA NOS HACEN CERRAR LOS OJOS

¿Para soñar o para dormir?

Ha comenzado un nuevo ciclo y el consecuente entrenador ya tiene resultados para mostrar: cuatro jugados –uno con la Grande, tres con la Segunda Selección– y cuatro ganados. Una vez más, en su propuesta y en la ejecución de sus intérpretes conviven rasgos de excelencia futbolera que hacen soñar con un fervor tacticista que aburre hasta el cabeceo.

› Por Juan José Panno

1 Agarra la pelota Lucho González, toca de primera sobre la derecha para el pelado D’Alessandro, que la devuelve a un toque al medio mientras Diego Milito arrastra un par de marcas y el yanqui que lo tenía que marcar a González es un yanqui go home que deja el hueco y entonces González llega libre al borde del área en posición de ocho y le pega como viene, de chanfle, con la cara interna del botín derecho y cuando la pelota vuela uno, que lo ve por la tele, intuye que va a ser gol, que la pelota se va a meter por encima de la cabeza del american golkeaper, que va a ser un golazo y uno se relame pensando en lo que se vendrá después de eso, porque iban apenas ocho minutos de juego y la cosa daba para soñar con otros goles como ése, con otras jugadas como ésa, con una actuación brillante; daba para soñar, que, por lo menos esta vez, uno no se iba a quedar dormido en el segundo tiempo como en otros partidos de la Selección. Pero no se dio.

2Se podrá decir que muchas veces uno, que es un espectador argentino medio, se queja de lleno; pero nunca se podrá decir que uno tiene prejuicios en contra de esta Selección y que uno está predispuesto a magnificar los errores y relativizar los aciertos. Uno se planta frente a la tele con la ilusión y el ferviente deseo de que las cosas le vayan bien a Bielsa, que es un tipo honesto y bien intencionado. Pero ocurre que a medida que pasan los minutos, al compás de los pelotazos que meten los jugadores argentinos, los roces con los contrarios y el ritmo loco y vertiginoso, uno se aburre y empieza a cabecear. En el camino de Montevideo a Punta del Este había, hace unos años, un cartel muy sugerente: “Cabezazo en la ruta es gol en contra”. Aplicado a la visión de partidos por televisión viene a ser lo mismo: cabezazo frente a la tele es un gol en contra del espectáculo que se está viendo.
3Bielsa, en sus horas de insomnio, piensa en el funcionamiento ideal del equipo: presión en la salida a los contrarios; control casi total de la pelota; reparto equitativo del esfuerzo para establecer superioridad numérica en todos los sectores; demostración de calidad técnica individual en función del interés colectivo; solidaridad para marcar; velocidad para desmarcarse; viveza para aprovechar cada circunstancias favorable; despliegue físico para ofrecer mas de una opción de pase a quien lleva la pelota; disciplina táctica para no dejarles espacios libres a los contrarios; variedad de recursos ofensivos. Todo eso que se imagina el bueno de Bielsa sólo se da en parte, fragmentado, de a poquito.

4Si uno se tiene que guiar por los resultados en esta nueva etapa podría dormir sin frazadas: uno jugado, uno ganado por el equipo A (se recuerda: contra Japón, 2 a 0 con goles de Crespo y Sorin) y tres jugados, tres ganados por el equipo B, contra Honduras, México y Estados Unidos. Honduras y Estados Unidos se supone que tienen un nivel muy inferior a cualquier selección argentina, pero México, con varios de los futbolistas que hicieron un buen papel en el ultimo Mundial, no. Y Argentina ganó a los fáciles y a los difíciles con parecida autoridad. Que no haya jugado bien es otra historia. Porque habrá que ver cuando se trate de pasar el invierno si se puede seguir durmiendo sin frazadas.

5El tema de los resultados no entra en discusión, el asunto es ver cómo se llega y qué queda después. Siguiendo con este asunto de los sueños, la selección de Bielsa, si jugara a los dados sacaría generala servida siempre, se “dormiría”. Nada de palpitar una escalera al hueco, ni de buscar mínimo de doce al cuatro en el ultimo tiro, ni hacer los cuernitos cuando tira alguno de los rivales. La selección argentina, en algúnmomento “se duerme” y todos los que miran por la tele responde con la clásica onomatopeya: “Zzzzzzz”

6Bielsa, además de tener buenas intenciones, no elige picapiedras. En su equipo juegan los hermanos Gabriel y Diego Milito, Insúa, D’Alessandro, Mariano González, Battaglia, Lucho González, Guiñazú ¿Por qué no juegan mejor, entonces? Por más de una razón: porque no se conocen; porque no tienen mucho trabajo; porque parecen más preocupados en responder a la idea de Bielsa que a mostrar su capacidad técnica; porque quieren dejar el alma y corren más de lo que juegan; porque no matizan el ritmo infernal que pretenden imprimirle a cada jugada con una pausa a tiempo. Los chicos de Bielsa se equivocan poco, pero esto también puede interpretarse como que no arriesgan demasiado. Por otro lado quedó la incógnita sobre lo que pueden llegar a rendir juntos Romagnoli y D’Alessandro, por ejemplo.

7El partido menos aburrido de los tres que jugó el equipo B fue el primero, contra Honduras. En ese encuentro la última línea dio demasiadas ventajas, pero en el juego abierto, del medio hacia arriba, se jugó muy bien y hubo muchas llegadas. Después, ante México y Estados Unidos cuando se fue fortificando el esquema defensivo, Saja casi no fue exigido. Si se toma como cierto que los equipos se arman de atrás hacia adelante, esta selección B, que será la base del Preolímpico, se empezó a armar según la ortodoxia. Pero no hay que dormirse en esos escasos laureles, naturalmente.
8Los jugadores del equipo B pueden dormir con la conciencia tranquila. No brillaron, no lucieron pero cumplieron satisfactoriamente con los objetivos. Por ahora en el cuadro de honor sólo esta Lucho González que se fue con Bielsa a Amsterdam donde se jugará el miércoles contra Holanda. Pero no es probable que el DT lo incluya en la formación que ensayará en ese encuentro. Casi seguramente uno no se equivocará mucho si arriesga este equipo: Cavallero; Samuel, Ayala, Pochettino; Zanetti, Verón, Sorin, Aimar; Ortega, Claudio López y Gustavo López (o Cruz, pasando el Piojo a la punta).

9¿Será este de Holanda otro partido para soñar, o será para dormirse? En la gestión anterior de Marcelo Bielsa uno de las mejores actuaciones se dio en el 1999 contra Holanda, precisamente. En aquella ocasión, con Fernando Redondo como eje, conductor y estandarte, el equipo nacional tuvo pasajes brillantes frente a un rival de gran categoría, en un partido muy entretenido que terminó empatado 1 a 1. Uno se conformaría con un replay de aquel juego. El resultado pasará a ser, por lo tanto una anécdota.

10Crea fantasías la idea de que Verón, en un nivel superior a aquel que tuvo en el Mundial del año pasado, se junte con Aimar y ambos amplíen la sociedad con el Burrito Ortega; crea ilusiones suponer que liberados de las tensiones del Mundial y menos agotados que en aquel entonces, los jugadores argentinos desplegarán el juego con el sueña la mayoría de la gente, Bielsa incluido, por estos pagos. Después de todo, como ya se sabe, soñar no cuesta nada.

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