Con su victoria en La Paternal, Estudiantes mandó un mensaje claro: nadie debería descartarlo a la hora de pelear por el título. Sin Verón y sin Braña desde hace tiempo, y ayer sin Gastón Fernández ni Enzo Pérez, el equipo de La Plata dio una importante prueba de carácter y solidez. Todavía debe un par de materias vinculadas con la calidad futbolística. Pero aprobó todas las relacionadas con el orden y la fibra. Si no, no hubiera podido soportar la desventaja de haber jugado con un hombre menos la media hora final del partido, por la expulsión de Leonardo Jara, a los 64 minutos, poco después de que Raúl Iberbia marcara el gol del triunfo en una cancha difícil, donde hacía ocho años que no salía ganador.

Estudiantes tuvo el mejor de los comienzos: a los 3 minutos, Barzola acomodó una pelota con la mano en plena área de Argentinos y Boselli, con un penal bien rematado a media altura, puso el 1-0. Y dos minutos más tarde, Carrillo se perdió el segundo. Luego se dejó invadir por cierto aire conformista. Le cedió la pelota a su rival y optó por esperar en el medio y salir de contraataque. Argentinos exhibió un buen manejo de la pelota en su mediocampo inexperto (Laba, Iñíguez y Ramírez con el tucumano Pablo Hernández como enlace). Pero le faltó claridad en los últimos metros. El empate llegó a los 26 minutos con un centro de Iñíguez desde la derecha que Berardo convirtió de cabeza.

Recién en el segundo tiempo surtió efecto una variante que el técnico Azconzábal había hecho en el primero: con Jara por la derecha y Mariano González por la izquierda (habían arrancado jugando al revés), Estudiantes encontró la profundidad por los costados que le había estado faltando. Entre los 50 y los 60 minutos, Boselli se perdió un gol de cabeza, Iberbia anotó el 2-1 tras un desborde de Jara por la derecha y un remate cruzado de Carrillo se fue afuera por muy poco. Pero a los 64 minutos, el árbitro Saúl Laverni expulsó a Jara y de esa manera se cortó de raíz el mejor momento de Estudiantes en la tarde.

A partir de allí afloraron ese orden y esa solidez que ayudan a explicar el resultado. Con un hombre menos, Azconzábal hizo movidas lógicas: sacó a un delantero (Carrillo) para poner un defensor (Sarulyte), lo adelantó a Mercado de lateral a volante por la derecha y plantó dos líneas de cuatro con Boselli solo arriba. Sufrió sólo cuando Bordagaray recogió un rebote frente a Andújar y desvió su remate. Al final terminó celebrando una victoria esforzada que, de cara al futuro, puede llegar a ser más importante aún de lo que pareció ayer.

Estadio: Argentinos.

Arbitro: Saúl Laverni.

Goles: 3m Boselli de penal (E), 26m Berardo (A) y 56m Iberbia (E).

Cambios: 65m Cano por Pérez Tarifa (A), 66m Sarulyte por Carrillo (E), 73m Nagüel por Laba (A), 80m Barrera por Ramírez (A), 81m Gil Romero por M. Sánchez (E) y 89m Tarabini por M. González (E).

Incidencia: 64m expulsado Jara (E).