Con goles de Gastón Díaz, Juan Carlos Blengio y Facundo Pereyra, Gimnasia logró un valioso triunfo como local al ganarle 3-0 a Newell’s. El equipo platense no repetía esa diferencia sobre el equipo rosarino desde 1945, cuando lo superó en el Bosque platense con un gol similar al marcado por Gastón Díaz, desde el rebote de un penal atajado. Los dirigidos por Alfredo Berti acumulan un empate y una derrota en el torneo Final, pero arrastran, entre la Copa Libertadores y el pasado torneo Inicial, una preocupante racha de once partidos sin conseguir victorias.

Después de la derrota con River, en la primera fecha del campeonato, Gimnasia necesitaba recuperarse para engrosar el promedio que no puede descuidar, ya que divide sus puntos en una sola temporada. Frente a Newell’s, uno de los equipos que más gusta de mantener la posesión de la pelota y atacar con muchos jugadores, los dirigidos por Pedro Troglio esperaron al rival en su campo y presionaron sin descanso en la mitad de la cancha para salir de contragolpe. El plan de Troglio rindió sus frutos en apenas ocho minutos, a partir de un penal cometido por Gabriel Heinze sobre Maximiliano Coronel, por un agarrón previo a un corner. El arquero Nahuel Guzmán le atajó el penal al delantero colombiano Erik Correa, pero Gastón Díaz aprovechó el rebote para convertir con una violenta volea el primer gol del conjunto de La Plata.

En el segundo tiempo, Newell’s cambió el ritmo y avanzó en busca del empate, pero nunca tuvo profundidad en ataque como para inquietar al arquero Fernando Monetti, que pasó una tarde muy tranquila, mientras que Gimnasia inquietó con las corridas de Gustavo Bou y de Correa. El segundo gol platense llegó desde un tiro libre que cayó en el área de Guzmán en forma de centro: Blengio aprovechó una desinteligencia en la defensa de Newell’s para, desde el piso, superar a Guzmán y asegurar el resultado.

En los últimos minutos, un desesperado Newell’s siguió buscando un tanto, ahora el del honor, pero se despidió de La Plata con el tercer gol de Gimnasia, esta vez convertido por el recién ingresado Pereyra, que finalizó en la red un centro atrás de Gastón Díaz que Correa no había podido conectar. Finalmente, Gimnasia se fue ovacionado por su gente, que festejó el primer triunfo en el torneo Final y el renacer de la actitud de un equipo que, de una fecha a otra, cambió totalmente su imagen.