FúTBOL › A PROPóSITO DE MESSI, NEYMAR Y SUáREZ, EL TRIDENTE OFENSIVO DEL BARCELONA
Se lo podía nombrar de corrido porque estaban atados a la memoria por las sociedades que formaban en defensa, en el mediocampo o en el ataque. Aquí un repaso por algunos de esos nombres, los tríos famosos del fútbol de entrecasa.
› Por Juan José Panno
“Era el trío más mentado que pudo haber caminado por esas calles del sur”, escribió Enrique Cadícamo, en su célebre tango “Tres amigos”, a mediados de los años 40, en la década de oro del tango nacional. Casi setenta años después tres amigos, Lionel Messi, Neymar y Luisito Suárez se convirtieron en el trío más mentado del fútbol mundial al compás de su juego reluciente que convierte en milonga cada actuación. Tienen mucho en común esos tres: juegan en el Barcelona; son cracks; disfrutan tanto de sus goles como de los pases y saben perfectamente qué lugar ocupan, para que la competencia de egos sea superada por la posibilidad de potenciar las virtudes de cada uno.
En cuestión de tríos el fútbol tiene mucha historia. Las más conocidas, naturalmente, son las de entrecasa. En los tiempos en que las formaciones se sabían de memoria con la fórmula 2-3-5 y los nombres permanecían a traves del tiempo se armaban famosos tríos con el arquero y los dos backs.
La sola mención del arquero remitía casi instantáneamente al combo.
Vacca... Marante y Dezorzi.
Carrizo... Pérez y Vairo.
Negri... Anido y Murúa.
Rugilo... Hus y Allegri.
Blazina... Vanzini y Basso.
Rocha... Clariá y Nuin.
Moreno... Valentino y Ditro.
Una asociación similar se hacía con los integrantes de la llamada “línea media”. Como quien dice moscato y enseguida pizza y fainá o salud y enseguida, dinero y amor se recitaban estos tercetos:
Sosa, Lazzatti y Pescia.
De Sanzo, Griguol y Betinotti.
Zubieta, Grecco y Colombo.
Mantegari, Pipo Rossi y Sola.
Britos y los hermanos Varacka (sin pretender referencias de actualidad).
Sainz, Ramaciotti y Malazzo.
A propósito hay un célebre cuento del Negro Fontanarrosa (El ocho era Moacyr) en el que sus protagonistas mencionan una y otra vez a Ramaciotti y Malazzo, pero no recuerdan el nombre del otro vértice del triángulo de aquel equipo de Argentinos Juniors, hasta el final de la desopilante historia.
Las delanteras de aquellos equipos de 2-3-5 también se recitaban de memoria, aunque en algunos casos lo que más se destaca era el tercero conformado por los entrealas y el centrodelantero. Los dos tercetos más emblemáticos son los de San Lorenzo del 46 con Farro, Pontoni y Martino y los carasucias del Sudamericano de Lima en el 57, aunque jugaron juntos poco tiempo: Maschio, Angelillo y Sivori.
A los de San Lorenzo los llamaban “el trío de oro”. Armando Farro, el que jugaba más retrasado hizo 52 goles en 166 encuentros; René Pontoni, marcó 66 en 106 y Rinaldo Martino 164 en 245.
Las modificaciones estratégicas y las transformación del modo de comunicar las formaciones (4-3-3) dio nacimiento a otros tercetos. Aparecieron entonces para dejar su marca tríos de volantes y delanteros o mezclas de volantes y delanteros: Jota Jota, Merlo y Alonso; Giusti, Marangoni y Bocchini. Los campeones mundiales juveniles Barbas, Gallego y Maradona, Ponce, Trobbiani y Sabella, Rudzky, Veglio y Valledor, Muggione, Bulla y Subiat; Riquelme, Guillermo Barros Schelotto y Palermo; Ortega, Saviola y Aimar y Potente, Ferrero y Cambón que hasta tenían un cantito propio: “Tres cosas hay en el fútbol: Potente, Ferrero y Cambón/ el que tenga esas tres cosas/ que grite Boca campeón”. Potente era una especie de Bocchini con menos técnica y más gol, Cambón un centrodelantero que el día de su debut le hizo cuatro goles a River y Ferrero un wing muy habilidoso. Curiosamente no salieron campeones juntos, el único de los tres que pudo celebrar un título fue García Cambón.
Otros tríos mentados son los de los colombianos multicampeones en Boca: Córdoba, Bermúdez y Serna o Madurga, Pazos y Lendoiro que eran muy conocidos en su tiempo a pesar de jugar en la reserva de Atlanta o en el plano internacional los tres holandeses del Milan de Arrigo Sacchi, Rijkaard, Gullit y Van Basten.
Como sea, el tridente más famoso hoy es el de la MSN que deja su mensaje de fútbol de alto vuelo. La síntesis de lo que hacen juntos es el segundo gol en el partido del sábado ante el Granada: Pase de Neymar a Suárez, notable entrega de Suárez a Messi de primera y zurdazo a la red de Messi. Podremos decir los nostálgicos que tríos eran los de antes, pero a estos del Barcelona no hay con qué darles.
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