Raúl Barandarian ya habrá hecho la valija, como hecha está su historia de memorias recobradas, de compañeros desaparecidos que aún le pasan la ovalada a la salida de un scrum. Elvira Sánchez, cuando apenas llegue a Roma, desparramará palabras afectuosas, levantará la bandera de su hermano Miguel y alentará primero que a ninguno, a ese último atleta que atravesará la meta. Valerio Piccioni, un inquieto periodista italiano, seguramente no dejará cabos sueltos durante unas jornadas donde se sacudirá a cada conciencia. Esta vez, el 20 y 21 de enero, la tradicional Corsa di Miguel se hermanará con L’Ovale del Cuore, que es lo mismo que decir: el atletismo y el rugby juntarán fuerzas y presencias para evocar a deportistas que la última dictadura militar nos arrancó.

Ahora que los crímenes de la Triple A son investigados y sus autores atrapados en España, quizás, el arquitecto Barandarian crea que es posible hacer justicia con Hernán Roca, su ex compañero del club La Plata, asesinado por esa organización de ultraderecha. Y es muy factible que en Roma, ciudad abierta a este tipo de homenajes como si se tratara de la película de Roberto Rosellini, relate cómo fue la primera gira al exterior del equipo en 1975 y de qué manera coincidió con la muerte de aquel jugador de la Primera División.

“Volveré a Roma después de treinta y dos años, donde me enteré del crimen de Hernán Roca, un jugador de la Primera, que estaba en actividad. Allí esperábamos el avión de regreso a Buenos Aires, cuando el presidente del club nos informó la desgraciada novedad. Martín Suffern Quirno, el entrenador, me había pagado el pasaje y yo viajé en lugar de Hernán, que desistió de hacerlo a último momento”, recuerda el ex rugbier.

Aquel tour por Inglaterra, Escocia, Gales, Francia, Italia y España había comenzado a fines de febrero y terminó en abril. Fue magro en resultados, pero imborrable por lo que sucedió al regreso. La Plata debía jugar contra Champagnat en la apertura del campeonato, que les ofreció postergar el partido tras el asesinato de Roca. “Pero decidimos jugarlo en honor a Hernán y el minuto de silencio duró diez. Ganamos con trece jugadores porque se habían lesionado dos”, evoca Barandarian con tanta emoción como lucidez. Sin embargo, el club de Gonnet empezaría a perder jugadores por su compromiso activo en organizaciones políticas y estudiantiles, y no por los golpes propios de un deporte de contacto como el rugby.

El próximo viernes 19, un día antes de L’Ovale del Cuore, el espíritu de esos deportistas estará latente en cada palabra del viajero que llegará desde La Plata y llevará consigo el libro con la historia del club y las clásicas corbatas que se utilizan en las giras para intercambiar presentes.

Habrá una conferencia de prensa en el aula magna del centro deportivo Acqua Acetosa, que depende del Comité Olímpico Nacional Italiano y al día siguiente se disputarán los dos partidos de Seven previstos, con juveniles, profesionales y veteranos del club romano, Unione Rugby Capitolina, que participa en el Super 10, el torneo más importante del rugby italiano. Allí juegan el capitán y ex Puma Gonzalo Camardón, Mauro Comuzzi (ex Pucará) y Santiago González Bonorino (ex SIC).

Un festival de cine y teatro cerrará la jornada con una proyección muy especial, Crónica de una fuga. Contestará preguntas el autor del libro y protagonista en la vida real del escape de Mansión Seré en que se inspiró la película: Claudio Tamburrini. El ex arquero de Almagro que estuvo desaparecido durante el régimen de Jorge Rafael Videla, pero que sobrevivió para contar cientos de veces cómo burló a sus captores mientras se realizaba el Mundial ’78. Hoy vive de la docencia y de la investigación como filósofo en Suecia, su patria del exilio, el lugar que escogió para vivir.

La Carrera de Miguel, en su versión original y romana del domingo (aquí también se realiza en la Capital Federal y Berazategui, donde vivía el fondista), tendrá un entremés el viernes, con la lectura de textos escritos por autores argentinos en distintas librerías y que estarán dedicados al atleta desaparecido. Además de la competencia principal que recorrerá las calles junto al Tíber en una ciudad donde el pasado nunca deja de estar omnipresente, se realizará una prueba para chicos de entre 6 y 18 años, que ya tiene 4500 inscriptos.

El colega Piccioni, periodista de La Gazzetta dello Sport y principal hacedor de estas actividades, informó por correo electrónico que “como organizadores, fuimos obligados a dividir el evento en tres días y en dos canchas”. L’Ovale del Cuore se desarrollará en la de Capitolina y la Carrera de Miguel partirá desde el estadio Paolo Rossi.

Conmovido por la invitación para hablar en Roma sobre cinco de sus compañeros de equipo desaparecidos (Santiago Sánchez Viamonte, Otilio Pascua, Hernán Roca, Pablo Balut y Mariano Montequín), Barandarian confía en que “más gente va a saber lo que ocurrió, es importante que más personas conozcan estos hechos. En el club cayó bien la idea de viajar, incluso es como una decisión conversada con algunos familiares”. A lo largo de estos últimos años, los deportistas de cuyas vidas la dictadura pretendió no dejar rastros habían recibido demorados como justos homenajes. En el club La Plata se descubrió una placa recordatoria; con el tenista Daniel Schapira sucedió otro tanto en la Secretaría de Deporte y en el nacimiento de 2007, Roma extiende su reconocimiento sin par a nuestros atletas.

En qué otro lugar podía estar mejor resguardada la memoria, que no fuera donde descansa un pasado inabarcable. La historia, el deporte y gentes de dos continentes hicieron posible que nuestros atletas desaparecidos no se cayeran del mapa, olvidados entre muchos otros olvidos como pretendió la dictadura.