El presente le sonríe a Juan Martín del Potro, el tenista de Tandil que se presentó en el ruedo como la gran promesa del tenis local y ayer, con sólo 19 años, acaba de ganar su segundo título ATP consecutivo al adjudicarse el abierto de Kitzbühel, Austria, frente al local Jürgen Melzer, con una victoria implacable en sets corridos 6-2, 6-1. “Es otro sueño para mí, otro torneo”, manifestó el tandilense que, mientras disfruta de su momento, ya avisa que espera una convocatoria para integrar el equipo argentino de Copa Davis que recibirá a Rusia en septiembre por la semifinales del torneo.

El marco no era el de una verdadera final, había muy poco público. Ni siquiera la presencia de un jugador local en la final pareció motivar a los austríacos para llenar el estadio de un torneo que, a esta altura, parece hecho a la medida de los argentinos: en 2005 lo ganó Gastón Gaudio, en 2006 se lo llevó Agustín Calleri y en 2007 lo obtuvo Juan Mónaco.

Pero poco le importó a Del Potro (número 44 del mundo) el vacío de las gradas, porque frente a él estaba la posibilidad de ganar el segundo título de su carrera, a exactamente una semana de haberse consagrado en Stuttgart, Alemania, ante el francés Richard Gasquet. En la final de ayer, Melzer (66º) fue demasiado fácil para Del Potro, que sacó a relucir su mejor tenis y se llevó la victoria tras apenas 59 minutos de juego.

La clave del tandilense fue la potencia. Con el saque marcó la diferencia, y con su juego y decisión hizo el resto ante un rival que se vio superado, errático y sorprendido, porque si bien era esperable una derrota de Melzer ante Del Potro, la contundente diferencia pocas veces se expresa en una instancia final.

“Espero que siga todo así, porque vengo jugando realmente muy bien. Gracias a Dios se me están dando las cosas tras tantas lesiones. Salir de eso tan rápido y volver a las canchas y obtener dos torneos seguidos, algo que no muchos hicieron, me pone muy feliz”, manifestó Del Potro tras la obtención del título, el tercero para el tenis argentino en lo que va del año, tras Stuttgart y la coronación de Nalbandian en el ATP de Buenos Aires.

Con este segundo título en dos semanas, Del Potro alcanzó una marca del número dos del mundo, el español Rafael Nadal, el otro tenista que en lo que va de la temporada logró obtener dos títulos seguidos, en Montecarlo y Barcelona y luego en Roland Garros y Queen’s.

Pero fue doble el golpe que dio Del Potro con esta victoria. Por un lado, sumó un título más en su historial y obtuvo 250 puntos importantísimos para el ranking, que le permitirán empezar la semana entre los primeros 30 del mundo, siendo ya la tercera raqueta argentina, sólo detrás de David Nalbandian y Juan Mónaco, a poco del crucial enfrentamiento ante Rusia en el estadio Mary Terán de Weiss del Parque Roca. “Depende del capitán (Alberto Mancini), pero ojalá sea parte del equipo que enfrente a Rusia”, apuntó el tandilense.

Puede pensarse que el talento de Del Potro en las últimas dos semanas fue acompañado por el factor suerte. Tanto en Stuttgart como ahora en Kitzbühel, producto de la concentración del calendario debido a la proximidad de los Juegos Olímpicos, no estuvieron presentes las grandes figuras del circuito. Eso representa al menos una ventaja a la hora de elegir adónde apostar. Sin embargo, Del Potro remarcó que es su buen estado físico lo que le permite aprovechar estos momentos. “No tengo ya molestias importantes. Soporté 10 partidos en 15 días, que es un montón”, apuntó el tandilense, quien en esta seguidilla no perdió ningún set.

No sólo eso: Del Potro había llegado a la final de Kitzbühel luego de eliminar en semifinales a Victor Hanescu (59º) 6-3, 7-6 (7-5) –el rumano venía de ganar su primer título la semana pasada en Gstaad, Suiza–, al francés Nicolás Devilder (80º), a su compatriota Sergio Roitman (103º) y al también francés salido de la clasificación Josselin Quanna (214º).

Quien a pesar de su decepción se deshizo en elogios para Del Potro fue el propio Melzer. “Estoy decepcionado por perder la final, especialmente jugando en casa. Pero Del Potro jugó increíblemente. No perdió una pelota y fue fuerte desde el comienzo”, señaló.