Juan Martín del Potro sigue a paso firme en Estados Unidos y es el único sobreviviente nacional en el cuadro masculino. El tandilense venció ayer 6-1, 4-6, 6-3, 6-3 al austríaco Daniel Koellerer y de ese modo se clasificó para jugar los octavos de final del US Open, último Grand Slam de la temporada. Sexto preclasificado, el argentino se impuso al europeo en un partido que se prolongó durante dos horas y 36 minutos. En la próxima instancia, Del Potro se enfrentará al español Juan Carlos Ferrero (24º), quien superó ayer 1-6, 6-4, 7-6 (7-5), 1-0 y abandono al francés Gilles Simon.

Ambos tenistas se enfrentaron hasta el momento en dos ocasiones, en 2006, y en ambas se impuso el español. El primer triunfo de Ferrero ocurrió en el Abierto de Buenos Aires por 6-2, 4-6, 6-4, y el otro se registró en Roland Garros por 6-3, 2-6, 6-2, 6-4.

El momento más complicado que vivió Del Potro a lo largo del encuentro ante Koellerer sucedió al final del segundo set, cuando, tras perderlo, el tandilense pidió el ingreso del trainer por un problema en su codo derecho. El argentino se golpeó esa zona al chocar su brazo contra el fondo de la cancha, al ir a buscar un globo que había ejecutado Koellerer.

Si hubo algún problema, a partir de entonces Del Potro no lo sintió, porque demolió a Koellerer con la profundidad y la potencia de sus golpes. El punto más flojo en el juego del tandilense estuvo centrado en su segundo saque. Por esa vía, Del Potro apenas pudo ganar el 33 por ciento (13/39) de sus puntos. El austríaco volvió a destacarse más por sus gestos ampulosos (golpeó la raqueta en más de una ocasión) que por su juego.

En el último set, el argentino obtuvo un tranquilizador quiebre en el segundo game, y de ahí en más consiguió sumar los juegos necesarios para llevarse una victoria no tan cómoda como se esperaba.

El próximo rival, Ferrero, quien accede a los octavos del Grand Slam neoyorquino por primera vez desde 2003, cuando cayó en la final ante el local Andy Roddick, destacó que “lo bueno es que uno está fuerte mentalmente y muy calmado en los momentos difíciles. Y jugando agresivamente”. El español fue número uno del mundo durante ocho semanas en 2003, y ahora, tras haber superado varias lesiones en los últimos años, aspira a terminar el año entre los mejores 15, para intentar acomodarse el próximo año entre los diez primeros.

La derrota de ayer la protagonizó el misionero José Acasuso, dolido en la pierna izquierda, que abandonó su partido cuando perdía 6-3, 6-4, 1-0 ante el francés Gael Monfils, quien deberá enfrentar al español Rafael Nadal. La agresividad del jugador francés marcó el ritmo del partido. Acasuso no pudo seguir el rumbo de su rival, que se adjudicó los dos primeros parciales. Acasuso pidió la asistencia del médico del torneo al inicio del tercer set, y luego de ser atendido comprobó la imposibilidad de seguir en la cancha.

Por su parte, Gisela Dulko, quien en una sorprendente actuación ya se ubicó entre las 16 mejores tenistas del certamen, volverá a presentarse hoy desde el mediodía. La tigrense buscará un lugar en los cuartos de final frente a la ucraniana Katerina Bondarenko, quien derrotó 7-6 (7-4), 6-4 a la australiana Anastasia Rodionova. Bondarenko (a cuya hermana Alona Dulko venció en segunda ronda) tiene como mejor presentación su triunfo de la primera ronda en este mismo torneo, cuando eliminó a la serbia Ana Ivanovic, undécima favorita y ex número uno del mundo.

En otros partidos, el español Rafael Nadal (3º) derrotó 7-5, 6-4, 6-4 a su compatriota Nicolás Almagro (32º); el chileno Fernando González (11º) superó 7-5, 6-4, 6-4 al checo Tomas Berdych (17º); el francés Jo-Wilfried Tsonga (7º) eliminó 7-6 (7-4), 6-2, 6-4 al también francés Julien Benneteau. Entre las mujeres, la belga Kim Clijsters le ganó ayer 6-0, 0–6, 6-4 a la estadounidense Venus Williams, tercera favorita, y avanzó a los cuartos de final. Clijsters retornó a un torneo de Grand Slam dos años después de haberse retirado del circuito. La belga, ganadora del Abierto de Estados Unidos 2005, jugará por su pase a semifinales ante la china Li Na, que derrotó 6-2, 6-3 a la italiana Francesca Schiavone.

Luego de su victoria, Nadal rechazó hablar de lesiones y aseguró que “dentro de dos días” estará nuevamente en la cancha y jugará “en condiciones”. “Estoy aquí, estoy jugando y feliz de estar jugando. Vengo de dos meses de estar parado y he hecho cuartos y semifinales, y aquí he perdido sólo un set. Estoy feliz de estar como estoy. El porcentaje no lo sé. He ganado torneos que he empezado a un 40 por ciento. No se sabe cómo se desarrolla un torneo. Si el físico y el tenis me responden, espero estar en cuartos de final”, insistió el español.

Nadal indicó que no necesita ninguna motivación. “Esto es un Grand Slam y tiene suficientes alicientes”, y apuntó que el duelo ante Nicolás Almagro fue duro, pero no excesivamente apretado. “Todos los partidos son duros, pero si son en tres sets no son especialmente duros. Lo pasé mal al principio cuando se puso 2-0, pero luego lo llevé bien. El partido estaba siempre de mi lado. Aunque he cometido errores, he estado lo suficientemente fresco para solventarlos”, resumió el español.