El invicto chubutense Lucas Martín Matthysse logró el sábado por la noche en la ciudad de México, la victoria más trascendente de su carrera pugilística. Su triunfo por nocaut técnico a los dos minutos y 44 segundos del cuarto round ante el guyanés Vivian Harris, ex campeón mundial de los welter juniors, lo ubica en la antesala de una chance por un título del mundo que, se supone, habrá de llegar pronto. Matthysse está 4º en el ranking de la OMB y 13º en el de la AMB, y este éxito seguramente habrá de proyectarlo rumbo a posiciones más expectantes.

A diferencia de su hermano Walter, Lucas es mucho más que un aporreador sin técnica ni talento. Tiene clase, es ordenado, sabe repartir las manos a la cabeza y a los planos bajos, además, mezcla en proporciones exactas, el coraje y la inteligencia. Ante Harris (64,900 kg), penó los dos primeros asaltos porque el guyanés impuso la profundidad de su izquierda en jab. Pero a partir del tercer round y con el ojo derecho cerrado por el repiqueteo de la zurda de Harris, Matthysse (64,500 kg) consiguió lo que pretendía: arrearlo a su rival y llevar la pelea a la corta distancia para compensar su menor alcance de brazos.

En el cuerpo a cuerpo, el chubutense fue demoledor. Combinó sus manos arriba y abajo y fue desgastándolo a Harris. La tendencia lo favorecía sin equívocos cuando, en la cuarta vuelta, el árbitro mexicano Gelasio Pérez Huerta apresuró la definición que se veía venir para más adelante, y detuvo las hostilidades luego de que de una derecha recta de Matthysse obligara a Harris a un clinch desesperado. El guyanés estaba conmovido, pero de ninguna manera acabado. Podía seguir peleando, aun con dificultades, y el apuro del referí por terminar el combate antes de lo debido, deslució en cierta forma la victoria del argentino.

Invicto en 26 salidas profesionales, Matthysse se anotó el sábado su 24º triunfo por la vía rápida, y completó un gran momento del peso welter juniors en la Argentina. Marcos Maidana, el campeón interino de la AMB, y César Cuenca, con buenas clasificaciones internacionales, también revistan en esta categoría donde otrora se consagraran Locche, Uby Sacco y Látigo Coggi. En otro momento, el ambiente del boxeo cruzaría apuestas imaginando una gran topada entre ellos. Pero el negocio impone sus reglas. Y nunca Maidana, Matthysse y Cuenca habrán de enfrentarse entre sí. Cada uno irá en busca de su destino por su lado y habrán de pelear sólo el día que haya un título del mundo en disputa y una montaña de dólares en el medio.