Fueron 10, 15 vueltas para el infarto. Fueron tres vueltas finales terribles, emotivas, casi insoportables físicamente.

–¡No puedo llevar el auto! –le gritaba por radio Matías Rossi, el líder de la carrera, a su equipo–. ¡En las curvas a la derecha no dobla!

–¡Es una goma, es una goma! –le respondieron desde los boxes.

No era una goma sino un derrame de aceite sobre el portamazas trasero derecho que hacía patinar al Chevrolet, y a Rossi no le alcanzaba el espejo retrovisor para calcular la amenaza de Diego Aventín y su Ford. Turismo Carretera en estado puro.

La carrera se neutralizó en la vuelta 12ª cuando el Chevrolet de quien era puntero del campeonato, Christian Ledesma, amagó tomar fuego después de un toque. En la reanudación, Aventín lo apretó con ferocidad a Rossi, especialmente después de la segunda curva (al cabo de la larga recta del circuito santiagueño), pero siempre le faltó un pedacito de agresividad.

Ese asedio duró dos vueltas. Pero nunca pareció que Rossi lo tuviera definitivamente controlado, y mientras atrás se cambiaban posiciones, Gabriel Ponce de León, Mariano Werner y el subcampeón Mariano Altuna, Aventín volvía a apretar al piloto de Del Viso.

“Después del pace car fuimos avanzando porque el auto me lo permitía, pero cuando llegué a Matías (Rossi) las cosas se pusieron mucho más difíciles –contó luego Aventín–. Traté de superarlo, lo presioné hasta el límite y él se defendió muy bien. Se iba haciendo lenta, y por eso se sumó Ponce de León.”

“La pelea entre Matías y Diego me favoreció y pude ponerme bien cerquita, pero ya mi auto no era el mismo”, aceptó el piloto de Junín, que debió conformarse con el tercer escalón del podio, un escalón que supone que ahora es el nuevo puntero del torneo.

“La tuve que pelear feo hasta el final –aceptó el vencedor–. Primero pensé que se venía desinflando una goma, pero después que terminó la carrera nos dimos cuenta de que perdía aceite. Algo había pasado porque, de andar rápido, de a poco el rendimiento era notoriamente menor.”

Allí se puso espesa, impredecible, la definición, porque Rossi doblaba lento y tenía que usar toda la pista posible para evitar que la aceleración del Ford encontrara el hueco justo. “Fuimos muchas veces a la par, lo pude aguantar con lo justo. Fue una pelea limpia, traté siempre de defenderme con armas limpias, pero no me sobró nada.”

Rossi se transformó en el segundo vencedor de Chevrolet en lo que va de 2010 en el Turismo Carretera. “Sin dudas, ésta fue la mejor carrera para los usuarios de la marca –precisó–. Esta vez yo tuve un buen auto y la marca volvió a ser competitiva, ahora sí hay un potencial ganador. En las primeras cuatro carreras los chivos no eran competitivos y eso no lo podía contradecir nadie. Ahora se van emparejando las cosas.”

A los de Ford les quedó el consuelo del segundo y tercer escalones del podio, y de la sensacional remontada del campeón Emanuel Moriatis, que tuvo que largar último a causa de un problema en la caja de velocidades durante la serie, y que desde el 45º lugar de partida escaló hasta la 13ª posición final.

La carrera

TC. 5ª fecha. Termas de Río Hondo. 25 vueltas, 106,875 km.

Pos.	Piloto	Auto	Tiempos
1º	Rossi	Chevrolet	41m14s690
2º	Aventín	Ford	a 529
3º	P. de León	Ford	a 883
4º	Altuna	Chevrolet	a 6s621
5º	Werner	Ford	a 7s025
6º	Pernía	Chevrolet	a 7s261

Promedio del ganador: 158,238 km/h.

Record de vuelta: Ponce de León, en la 2ª, 1m34s162, a 166,347 km/h.

Ganadores de series: Altuna; Werner; Rossi.

Campeonato: Ponce de León, 74,50 puntos; Werner, 71; Moriatis, 69; Ledesma, 68,50; Rossi, 60; Aventín, 53.

Próxima competencia: 23 de mayo en Rafaela.