El serbio Novak Djokovic cerró ayer una temporada para el recuerdo al coronarse en el Masters de tenis de Londres con una cómoda victoria sobre el suizo Roger Federer en la final. El número uno del mundo demostró una vez más que hoy en día juega en un “circuito paralelo” y batió a Federer por 6-3 y 6-4. Fue el undécimo trofeo del año para el serbio, que celebró su quinto título en el Masters y el cuarto consecutivo, una marca que ningún tenista había logrado antes.

“Esta temporada no podría haber sido mejor. Fue la mejor de mi vida”, evaluó Djokovic, que cerró el año ganando los últimos cinco torneos que disputó: el Abierto de Estados Unidos, Beijing, Shanghai, París-Bercy y ahora el Masters. El serbio terminó además el año con un récord de 82 victorias y 6 derrotas, un balance que incluso supera a su recordado 2011. Además, igualó 22-22 el historial con Federer, al que venció en cinco de los ocho enfrentamientos que mantuvieron en la temporada. “Estoy muy orgulloso de mis logros. Es un día realmente especial. Esto es lo que uno sueña cuando crece, competir por los mayores trofeos del deporte”, expresó el serbio.

El líder del ranking no tuvo problemas en superar a Federer, quien lo había vencido en la fase de grupos en Londres y sentenció la final en una hora y 20 minutos de juego. El suizo llegaba en gran nivel a la final, pero ayer lució apagado –cometió 31 errores no forzados– y se topó una vez más con un Djokovic infranqueable. El serbio quebró en el tercer game para colocarse 3-1 y administró sin inconvenientes la ventaja para llevarse el primer parcial.

El segundo capítulo fue más parejo, pero Djokovic pareció tener el partido en sus manos al colocarse 0-40 cuando Federer servía 3-4. Sin embargo, el suizo reaccionó salvando todos los puntos de quiebre y levantando al público de sus asientos en el estadio O2. Fue un espejismo, porque Djokovic se mantuvo firme con su servicio –no cedió ni un quiebre en el partido– y luego rompió de inmediato a Federer para celebrar el título. El festejo llegó con cierta incertidumbre tras una consulta al “ojo de halcón” en la doble falta final del suizo.

Djokovic completó así un 2015 que quedará en los libros del tenis. El pupilo de Boris Becker ganó tres de los cuatro Grand Slam y sumó seis títulos de Masters 1000. El único lunar del serbio en el año fue la derrota que sufrió ante el suizo Stanislas Wawrinka en la final del Abierto de Francia, el Grand Slam que falta en sus vitrinas.

También fue un buen año para Federer, que a sus 34 años demostró que sigue estando en la elite del tenis. “Nunca es lindo estar del lado perdedor, pero es mejor que no haber siquiera podido jugar como ocurrió el año pasado”, comentó el suizo, que en la final del 2014 ante Djokovic no pudo presentarse por una lesión en la espalda. “Estoy feliz de haber podido jugar hoy. He tenido algunos momentos duros aquí el año pasado”, añadió el suizo, que ante Djokovic perdió en tres de las últimas cuatro finales del Masters.

“He tenido otra temporada fantástica. Intenté lo mejor, pero no fue suficiente. Novak mereció ganar, así que lo felicito por otro año ridículamente bueno.” El suizo, ganador siete veces del Masters, terminará la temporada como tercero del ranking por detrás del británico Andy Murray, a quien sólo podía arrebatar el segundo puesto conquistando el título en Londres.