BOXEO › LUCAS MATTHYSSE VENCIó EN EL PRIMER ROUND A MIKE DALLAS JR.
Al estilo de Sergio Martínez, el chubutense brilló en Las Vegas con un nocaut espectacular en la vuelta inicial para retener su título interino welter juniors del CMB. Ahora se le abre un futuro venturoso, con Danny García o el Chino Maidana en el horizonte.
› Por Daniel Guiñazú
El mayor riesgo, Lucas Matthysse lo corrió antes de la pelea. Virgil Hunter, el entrenador de su rival, Mike Dallas Jr., lo denunció a los gritos ante las autoridades de la Comisión Atlética del estado de Nevada por haber consumido aminoácidos durante la ceremonia del vendaje. “No era nada, sólo tomé las mismas vitaminas de siempre y unos mates. En el antidoping se sabrá la verdad”, comentó el chubutense sin inmutarse, fiel a su estilo de pocas palabras.
Después, fue una noche gloriosa para el actual campeón interino de los welter junior en la versión del Consejo Mundial. En sólo 2 minutos y 26 segundos del primer round, noqueó a su adversario con una derecha cruzada al mentón que podría calificar como la mejor definición de 2013 si no fuese que recién corre el mes de enero y once hojas más deben caer del calendario del año. Y mucho más que eso: ratificó que será uno de los grandes animadores de la temporada pugilística. A Oscar de la Hoya, el promotor de la velada y manager internacional de Matthysse, el entusiasmo se le escapaba por cada poro de su cuerpo: “Es increíble Lucas. Tiene talento, tiene poder, tiene vocación, tiene todo para ser el mejor libra por libra del mundo y pasar a la historia”, dijo sin hacer demasiados esfuerzos por parecer creíble.
Por eso, el breve combate realizado en la madrugada del domingo en la intimidad del teatro The Joint del Hard Rock Hotel & Casino de Las Vegas ante no más de 2500 espectadores dejó más tela para cortar hacia adelante que hacia atrás. De la pelea en sí es poco lo que puede decirse porque poco fue lo que sucedió: cuando Dallas Jr. (62,270 kg) empezaba a complicarlo con una izquierda en jab seca y penetrante, Matthysse (62,820 kg) sacó a relucir su pegada aterradora y resolvió el problema a su estilo, marcando la 33ª victoria de su carrera, la 31ª por nocaut y la décima en el primer asalto. Tras el derechazo relampagueante, el moreno estadounidense cayó anestesiado sobre la lona, demoró un rato largo en reponerse y se marchó a los vestuarios tambaleante, con las piernas endurecidas y la mirada vidriosa. Tales fueron los efectos devastadores del mazazo que recibió.
“Ahora quiero a Danny García. Lo quiero a él y a cualquiera de los mejores 140 (libras) del mundo”, bravuconeó Matthysse en sus primeras declaraciones luego de la demolición. Por ahí podría marchar su futuro. García es el campeón regular de los welter junior; el 9 de febrero venidero defenderá su corona en Brooklyn ante el veterano Zab Judah y como el Consejo ordenó la unificación obligatoria del campeonato de los 63,500 kilos, el ganador de García-Judah irá contra Matthysse en agosto o septiembre por el título integral e indiscutido de la categoría.
Pero Oscar de la Hoya tiene otros planes, más ambiciosos y electrizantes. El Golden Boy cree que la pelea unificatoria aún puede esperar. Y quiere que Marcos René Maidana sea el próximo rival de Matthysse, de ser posible en la Argentina y antes de fin de año. No es fácil el armado de este supercombate, que excita de sólo imaginarlo. Maidana ya está afincado como welter, dice que su cuerpo no puede entrar más en los 63,500 kg y además tiene chances de pelear el próximo 27 de abril ante Paulie Malignaggi por el campeonato AMB de las 147 libras (66,678 kg). Pero el dinero puede llegar a sortear todos estos inconvenientes.
Alguna vez como amateurs, Matthysse y Maidana pelearon a puertas cerradas en el viejo estadio de la FAB, con la sola presencia en las tribunas de Jorge “Locomotora” Castro. Ahora es posible que vuelvan a verse las caras por algo mucho más grande: un título mundial y algunos millones de dólares en juego. Parece mentira pero es verdad: después de que muchos iluminados decretaran a voz en cuello la muerte del boxeo argentino, dos peleadores criollos se encaminan a animar una de las próximas peleas top de la cartelera internacional. Una de las que el ambiente nacional siempre quiso ver y nunca supuso que podría llegar a presenciar. En el juego grande del pugilismo, Lucas Matthysse y Marcos Maidana se ganaron su lugar limpiamente, arriba del ring, a trompada limpia y a pura emoción. Nada que discutir entonces. Y a disfrutarlo. Lo mejor está por venir.
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