Se puede fantasear que es un SúperTC2000 o, mejor aún, un Fórmula 1.

El sistema paddle-shift en el volante, que permite efectuar de manera manual los cambios de marcha que de otra forma hace la caja de seis velocidades Tiptronic automática, es uno de los aderezos que ofrece al relajado conductor el flamante Peugeot 508, un modelo que cierra el círculo, en palabras de los directivos de la empresa, en términos de la oferta de la casa del León, combinando exigencia y emoción en sus propuestas. Líbero lo ensayó brevemente antes de su presentación en el mercado local.

Con un interior lujoso en cuero, un instrumental novedoso, una serie de comandos adicionales (además del paddle-shift) en el volante, el 508 viene a competir en el segmento M2 de las berlinas grandes y lujosas, que en 2011 alcanzó las 6 mil unidades. Importado de Francia, la aspiración de la marca es competir con el 508 contra máquinas como el Mondeo, el Camry y el líder de la franja: el Passat.

Derivado del concept-car SR1, exhibido en el último Salón de Buenos Aires, el 508 reemplaza al 407 y al 607. “Nada encarna la alianza única entre exigencia y emoción como el 508”, opina Federico Rocca, director de marketing de la compañía. “Es el primer producto que nace del nuevo código de estilo de la marca, combinando equilibrio en las proporciones con la simpleza de sus líneas.”

Con agradable comportamiento dinámico, la versión ensayada fue la naftera, la única que por ahora estará disponible. El motor 1.6 con turbocompresor (el mismo que equipa al 408 Sport) entrega 163 HP y en ruta consume 7 litros cada 100 kilómetros, y alcanza los 220 km/h de velocidad máxima. Conducir sin embrague amplifica la comodidad.

Con detalles como el botón de arranque o la minúscula cámara disimulada en el retrovisor, que monitorea el tránsito para activar o desactivar las luces altas, la versión más equipada costará 203 mil pesos; la inicial, 180 mil. Está previsto el lanzamiento de la versión diesel durante 2012 (por ahora sin fecha precisa) y una versión GT, más poderosa, con suspensiones independientes para una conducción más atrevida, y motores HDi 2.0 y 2.2, con filtro de partículas FAP y hasta 204 HP. Curioso: pese a que en la Argentina el mercado es 95 por ciento naftero, la versión más poderosa del 508 es diesel; es que en Europa, de donde viene, las preferencias son inversas. “Queremos controlar el 12 por ciento del segmento”, avisan los directivos. “Para nosotros no va a haber grandes cambios de acá a fin de año, no hay ninguna señal en el mercado de que vaya a suceder algo raro”, acota Gabriel Cordo Miranda, el director de Peugeot en la Argentina.