El piloto francés de Fórmula 1 Jules Bianchi lucha por su vida en un hospital de la ciudad japonesa de Mie, en el que fue operado de graves lesiones en la cabeza como consecuencia de un accidente sufrido durante el Grand Prix de Japón, disputado en Suzuka, y en el que impactó con violencia contra una grúa que retiraba otro vehículo accidentado.

A causa del mal estado de la pista, con mucha agua acumulada por la intensa lluvia que acompañó la disputa de toda la carrera, Bianchi, de 25 años, perdió el control de su Marussia-Ferrari, que acabó impactando violentamente contra una grúa que estaba retirando el Sauber del alemán Adrian Sutil. Según algunas versiones, la fuerza del impacto fue superior a los 50G y destruyó todo el lateral izquierdo de su auto, además de la barra antivuelco que protege la cabeza del piloto.

Bianchi perdió el control de su monoplaza cuando marchaba a 213 km/h y golpeó la parte trasera del pesado vehículo. “Los oficiales de carrera mostraron dobles banderas amarillas antes de la curva para advertir a los pilotos del incidente (de Sutil)”, señaló un comunicado de la FIA.

Sutil, que presenció el accidente, dijo que la falta de luz dificultaba ver en esa curva los charcos. Una vez que los comisarios advirtieron que el piloto estaba herido, fueron desplegados equipos médicos y entró en pista el coche de seguridad.

El piloto fue trasladado al centro médico del circuito y, posteriormente, en ambulancia, al Hospital general de Mie. La resonancia a la que se lo sometió revela que Bianchi sufre importantes lesiones en la cabeza, informó la FIA, lo que obligó a someter al piloto a una operación de urgencia para, posteriormente, pasar a la unidad de cuidados intensivos para ser monitoreado. La última información aseguraba que Bianchi sufría una hemorragia cerebral, lo que obligaba a una segunda operación y a ponerlo en respirador artificial. Un portavoz del hospital de Mie informó que no habrá más partes médicos hasta hoy.

El Grand Prix fue una carrera caótica que había empezado neutralizada tras el auto de seguridad debido a las pésimas condiciones meteorológicas, fruto de la cercanía del tifón Phanfone. La carrera la ganó finalmente el británico Lewis Hamilton, por delante de los alemanes Nico Rosberg y Sebastian Vettel.

Fue la octava victoria de Hamilton, quien además marcó el record de vuelta en el torneo, que continúa liderando, ahora por diez puntos de ventaja (266 a 256) sobre su compañero Rosberg. Tercero sigue el australiano Daniel Ricciardo (193), que terminó cuarto en la carrera. Vettel (139) aventaja ahora a Fernando Alonso (133), que abandonó al sufrir un fallo eléctrico general en su Ferrari. La escuadra italiana no sumó puntos en la carrera por primera vez en los últimos 82 Grands Prix.