Desde Rosario

El Duelo de Leones, la fratricida lucha en el seno del equipo Peugeot que dominó la escena de la temporada 2014 del SuperTC2000, entre Néstor Girolami y Agustín Canapino, los más enemigos de los compañeros de equipo, se reedita en este torneo, del que se cumplió la segunda fecha en el coqueto autódromo de esta ciudad.

Con el auto que Girolami llevara al título el año pasado, Canapino marcó la pole-position y volvió a ser tercero, como en la primera carrera en Junín, para encaramarse a la punta del torneo; con un 408 0 Km, que sólo disputó dos carreras, el campeón firmó una victoria de manual, de punta a punta, en un circuito en el que pasar es más asunto de guapos que de estilistas, y sumó sus primeros puntos para defender la corona que le pertenece. Peugeot ganó dos de dos (en Junín había vencido Damián Fineschi con un 408 particular) y no es audaz aventurar que ambos compañeros-rivales protagonizarán el duelo más encarnizado del año. Se felicitaron pour la galerie en los micrófonos, pero el diálogo entre ambos sigue congelado; mientras, el equipo saca provecho de la tensa situación.

Las dos rectas más largas del corto recorrido, unidas por un curvón peraltado (“220 km/h de mínima”, cataloga el ganador) ondulado y traicionero, un tramo de poco más de 1200 metros, representaron la clave de la carrera: los 408 lo transitaron a fondo sin mosquear, aunque en carrera el coche de Canapino no estuvo a la altura del que manejaba el vencedor: “No acertamos con la puesta a punto para la final”. En el medio se coló el Fiat de Facundo Ardusso, que siempre amaga pero nunca concreta en esta pista. “Tengo fiebre desde hace varios días, fui de menor a mayor”, afirmó. Los coches italianos también van a protagonizar una temporada intensa. El cordobés Facundo Chapur no pudo concretar con un buen resultado su segundo tiempo en clasificación. Entre ambos se van a sacar chispas durante el año.

Lo más llamativo del fin de semana, en todo caso, fue la manera en la que Esteban Guerrieri derrotó al hiperexperimentado Matías Rossi en el seno del equipo Toyota. El único argentino que logró ganar alguna vez en el óvalo de Indianápolis fue más veloz que el cuatro veces campeón en clasificación, estuvo por delante –con esfuerzo– en la serie y fue superior en la final, en la que llegaron 4º y 5º, sin que hubiera problemas que reportar. “Esperaba estar en el podio –se lamentó Guerrieri–, pero me conformo con ser ya el segundo del campeonato.” Del resto, la mejor actuación fue la de Leonel Pernía (Renault), que largó 18º y arribó séptimo.

Canapino sumó 44 puntos, contra 32 de Ardusso y Guerrieri y 31 de Girolami y Fineschi. La próxima competencia será el 17 de mayo en Oberá (Misiones). En la selva, los leones van a correr muy sueltos...