El suizo Roger Federer rozó su primera derrota en cinco meses, pero se repuso a tiempo para debutar con éxito en el Masters de Shanghai, que vivió una jornada negra de los tenistas argentinos. Federer, número uno del mundo, se impuso 6-3, 2-6, 6-4 a David Nalbandian en un partido que estuvo cerca de perder, ya que su rival dispuso de una ventaja de 3-1 y 40-30 con su servicio en el tercer set. Poco más de una hora después, el croata Ivan Ljubicic vapuleaba al segundo de los tres argentinos participantes en el certamen, Guillermo Coria, al batirlo 6-2, 6-3 en 68 minutos a pura potencia.
“Estaba mentalmente preparado para una derrota en dos sets”, admitió un Federer visiblemente satisfecho: “Un par de semanas atrás andaba en muletas, y ahora estoy enfrentando a los mejores del mundo. No estoy para nada incómodo, fue grandioso”. Tras casi desaparecer del juego en buena parte del segundo y el tercer set, el número uno del mundo despertó en el momento justo para dar vuelta el partido por el Grupo Rojo hasta alcanzar la victoria.
Fue un partido curioso, en el que Nalbandian pudo llevarse el set inicial, aunque lo perdió. Un encuentro que el cordobés pudo ganar, pero que terminó cediendo. Federer “dormitó” durante buena parte del encuentro, pero resurgió cuando parecía que el partido se convertiría en su cuarta derrota de la temporada.
Lo mejor del argentino se vio en el segundo parcial, al quebrar para 4-2 y sumar 19 puntos contra sólo tres de su rival hasta el 1-0 del set final. Luego quebraría a Federer para 3-1 tras cuatro errores consecutivos del suizo, pero Nalbandian dejó escapar su oportunidad: una derecha en la red cuando sacaba 3-1 y 40-30.
Surgió entonces imparable el “Federer Express”, que promete ir incrementando su ritmo en las próximas estaciones. “Jugaré mejor el próximo partido, y aún mejor el tercero”, aseguró.
Aunque el futurista y frío “Qui Zhong Stadium” nunca llegó a ver colmadas sus 15 mil butacas, para cuando Ljubicic y Coria ingresaron a la cancha había bastante más ambiente que dos horas antes. Pero esta vez fue el partido el encargado de aplacar los ánimos, porque pronto se vio que el croata y el argentino jugaban a deportes diferentes.
Fue una exhibición de Ljubicic, que a sus 26 años vive el momento más dulce de su carrera profesional, tras jugar ocho finales y ganar dos títulos en el 2005, un año que espera terminar con el primer título de la Copa Davis en la historia de Croacia.
A Coria le sucedió lo que venía sospechando desde que llegó a Shanghai: su tenis de velocidad y contragolpe no funciona en la ultraveloz cancha china, y menos ante rivales con la potencia y los golpes planos que es capaz de desplegar Ljubicic. Un ace del croata selló el partido.
Coria y Nalbandian se medirán esta madrugada en el próximo partido del Grupo Rojo. Anoche debutaba Gastón Gaudio ante Rafael Nadal en la sesión nocturna de una jornada que se abría con el choque entre el estadounidense Andre Agassi y el ruso Nicolai Davydenko.
“Lo único que me queda ahora es disfrutar del torneo, porque es un torneo fantástico. Eso es lo único que me queda aquí, disfrutar”, dijo Coria, admitiendo ya que no tiene ninguna esperanza de avanzar a semifinales.