TENIS › LA ARGENTINA VUELVE A SER FINALISTA DEL MAXIMO TORNEO POR EQUIPOS NACIONALES
En Belgrado, contra Serbia, ni siquiera el mejor tenista del mundo, Novak Djokovic, pudo evitarlo. Ayer abandonó frente a Juan Martín del Potro cuando estaba perdiendo y selló la derrota. La Argentina venció 3-2 y volverá a verse con España, como en 2008.
Finalmente fue festejo. Después del sorpresivo 2-0 en Belgrado a favor del equipo argentino de Copa Davis en la primera jornada de la serie por las semifinales frente a Serbia, y de la esperable derrota en el dobles del sábado, donde la dupla nacional poco menos que penó ante la pareja europea, el triunfo de ayer de Juan Martín del Potro ante el número uno del mundo, Novak Djokovic, por 7-6 (5), 3-0 y abandono, le permitió a la Argentina obtener una serie que en los papeles se le presentaba adversa y acceder otra vez a la final del torneo por equipos más importante del tenis para volver a disputar por cuarta vez la preciada Ensaladera de Plata, que le fue negada en Estados Unidos 1981, Rusia 2006 y Argentina 2008, en la recordada serie frente a España disputada en el Polideportivo Islas Malvinas de Mar del Plata.
Tenía dudas Djokovic de salir a la cancha, porque acumulaba el cansancio de una temporada impecable y venía de obtener el US Open en un maratónico partido frente al exigente Rafael Nadal, que este año no pudo imponerse en ninguna de la seis finales que disputó frente al serbio.
Precisamente, la ausencia de Djokovic en la jornada del viernes allanó el camino para que el equipo argentino consiguiera una ventaja inesperada 2-0 gracias a los triunfos de David Nalbandian ante Viktor Troicki (el reemplazante de Djokovic) 6-4, 4-6, 6-2, 6-3, y la posterior victoria de Del Potro ante Janko Tipsarevic 7-5, 6-3, 6-2. Pero la implacable victoria del dobles conformado por Troicki y el especialista Nenad Zimonjic 7-6 (4), 6-4, 6-2, ante Juan Mónaco y Juan Ignacio Chela, volvió a meter a Serbia en la disputa y entonces la presencia de Djokovic en la jornada de ayer se hizo indispensable.
No se sentía bien el número uno y se lo hizo saber al capitán del equipo serbio, Bogdan Obradovic, pero ambos aceptaron el desafío de salir a jugar con posibilidades de no poder terminar el encuentro. Y eso pasó, porque Djokovic se encontró con un Del Potro implacable, que salió a jugar ante el número uno como lo había hecho en aquella memorable final del US Open 2009 ante Roger Federer. Un saque poderoso y un juego tan sólido que no le dio a Djokovic ni una sola chance de quiebre en el partido.
El primer set se definió en tie break, donde el argentino consiguió un mini quiebre para ponerse 6-4 y definir un set point con su servicio. Sin embargo, Djokovic se recuperó 6-5 y todo hacía pensar que con su saque iba a volver a ponerse en ventaja; sin embargo, el tandilense ajustó clavijas y se llevó lo que había ido a buscar: un primer set clave, ya que obligaba al local a un partido extenso, lo que a las claras no le convenía porque ya venía dando muestras de una molestia en la cintura.
En el arranque del segundo set, Del Potro fue arrollador. Quebró a su rival en el segundo game y se puso 3-0 arriba. Un derechazo de Del Potro terminó de complicarle los planes a Serbia. Djokovic se estiró para buscar la pelota y quedó tendido en el piso. Desde esa posición avisó que “no va más” y entonces el equipo argentino, con mucho respeto por el rival caído, pero feliz por el 3-1 (que luego se convirtió en 3-2 por la derrota de Mónaco ante Tipsarevic por 6-2 y abandono) inició su festejo por la hazaña conseguida: alcanzar una nueva final de Copa Davis, que se jugará entre el 2 y 4 de diciembre en España, y para mejor en un año en el que nadie apostaba un pleno a la campaña de Modesto “Tito” Vázquez y Cía.
“Creo que nunca en mi carrera he visto a nadie sacar tan bien como él (por Del Potro) hoy. No lo pude controlar. Y me pregunto si le habría podido ganar si hubiera estado al ciento por ciento”, elogió Djokovic a Del Potro tras abandonar el partido que perdía. “Estoy triste y decepcionado por todo lo que pasó. Sabía que no estaba totalmente preparado para el partido, que podía agravar la lesión, pero con el apoyo del equipo la última decisión fue mía. Pensábamos que tenía más posibilidades de ganar a Del Potro que Troicki. Lo intenté, pero Juan Martín fue excelente”, agregó el número uno.
Por su parte, Del Potro, el héroe de la jornada de ayer, emocionado hasta las lágrimas, comentó: “Estoy contento, pero es una lástima terminar así porque si seguíamos así podía ganar. No merecíamos ganar por esto. Soy amigo de Nole (Djokovic) y me pone mal que haya hecho este esfuerzo y terminar así. Igualmente es un grande por haber salido a la cancha”. Luego, el tandilense destacó el esfuerzo realizado por todo el equipo argentino de Copa Davis para alcanzar esta cuarta final de su historia.
“Nadie pensaba que íbamos a ganar. Entrenamos muy bien en los singles, David el primer día jugó muy bien y eso también da confianza. Pico y Chela hicieron un gran esfuerzo ayer (por el sábado). Hicimos un gran esfuerzo para ganar y dimos todo para conseguirlo”, remarcó. Y, finalmente, destacó: “Lo que más feliz me pone es que estoy jugando de nuevo al tenis. Gracias a Dios, a mis amigos, a mi familia, a toda Argentina y al equipo. Ojalá que sigamos avanzando”.
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