Los éxitos que se iniciaron desde hace dos años bajo el mando de Marcelo Gallardo, no han tenido continuidad para River en lo que va de 2016. Con el agregado de que el nivel futbolístico ofrecido hasta aquí no fue el deseado. Por ese motivo, con el trabajo que se iniciará hoy en Ezeiza, habrá alguien que buscará revertir este momento, tanto en lo grupal como en lo individual. Joaquín Arzura hace cinco meses que está en la institución, y su objetivo es poder ganarse un lugar dentro del conjunto titular. Junto a Líbero, el ex Tigre transmitió su entusiasmo para cambiar la imagen que entregó hasta el momento.

–¿Qué expectativas te planteaste para este segundo semestre?

–Principalmente, ganarme un lugar a base de entrenamiento, para poder jugar y demostrar que puede lucir la camiseta de River. Creo que ya cumplí un tiempo que se le dice de ‘adaptación’, y ahora quiero afirmarme para sumar desde adentro.

–¿Cómo te sentiste en esta primera etapa en el club?

–Primero hay que aclarar que llegué al equipo más grande de América. Eso me pone muy contento, y si bien entiendo que no pude destacarme, con sacrificio creo que lo voy a revertir. Voy a ponerle mucha garra a esta nueva etapa para insertarme definitivamente en el equipo. Cuando comienza otro año futbolístico siempre se renuevan las ilusiones, y yo también tengo la mente puesta en eso.

–River venía de una serie de éxitos importantes, ¿se puede volver a repetir algo así en la próxima temporada?

–El club siempre tiene que ganar todo lo que juega. Nosotros tenemos que aportar desde nuestro lugar para lograrlo, pero la idea es seguir consiguiendo cosas importantes. Con los que ya estamos y con los que puedan llegar.

–¿Creés que necesitan reforzarse para conseguirlo?

–Eso no me corresponde decidirlo a mí, uno está al margen de todas esas situaciones. Siempre será para mejor si aparecen jugadores de jerarquía, pero yo me tengo que entrenar y concentrarme en lo mío, y no pensar en nada que pueda sacarme de ese foco.

–¿Percibiste un cambio puntual estando en River, después de comenzar tu carrera en Tigre?

–Por suerte, los jugadores de River son muy buena gente, y eso permite ir con mucha alegría a entrenar. Yo me sentí muy cómodo, pero acá no alcanzar con estar tranquilo, hay que lograr cosas y la gente te lo transmite así. Por supuesto, la dimensión de todo es mayor, y lo que pasa repercute en todos lados, para bien y para mal.