Si el propio protagonista lo asegura, no queda otra que creerle. “Fue el mejor partido de mi vida”, afirmó Emanuel Ginóbili en su página web sobre el partido ante Phoenix Suns en el que anotó 48 puntos. Y si bien en la trayectoria del bahiense ya se cuentan varias proezas, es difícil que lo de la madrugada del viernes pueda repetirse. Lo consiguió en un partido importantísimo –jugaban el primero y el segundo de la NBA–, de visitante y con su equipo perdiendo durante gran parte del juego. Además, nunca en su carrera había anotado tanto. Ni en Bahiense del Norte, ni en la Liga Nacional, ni en Italia, ni en la Selección. Hasta ahora, su mejor marca como profesional eran los 41 puntos que le había marcado a Andino de La Rioja jugando para Estudiantes en Bahía Blanca. “La verdad es que no esperaba meter tantos puntos, porque normalmente soy un jugador que hago un poco de cada cosa y tira poco”, explicó Ginóbili, con su humildad habitual, como tratando de minimizar sus logros. Entonces, a partir de sus palabras, no sería lógico esperar otras actuaciones similares. Además, lo del viernes habría que atribuirlo a una noche mágica e irrepetible. Es probable que así sea. Pero conociendo al protagonista, no sería extraño que, en el momento de leer estas líneas –anoche jugaba ante Sacramento Kings–, ya se tenga que estar hablando de otra actuación histórica de Emanuel Ginóbili.