Con los resultados de Newell’s, Central y River puestos, la tarde de ayer no pudo ser mejor para Boca que, sin jugar bien y atrapado entre la imprecisión y la falta de ideas ofensivas, consiguió no obstante imponerse por 2-0 ante Olimpo, en Bahía Blanca. Con esta victoria, el equipo de Oscar Tabárez se colocó como único escolta en la tabla de posiciones, a tres puntos del líder Independiente. Marcelo Delgado y Hugo Ibarra fueron los autores de los tantos; Héctor Bracamonte, que venía de marcar dos tantos frente Gimnasia, fue titular, pero estuvo lejos del gol: la más clara que tuvo, un mano a mano frente a Vivaldo sobre el final del encuentro, la perdió increíblemente.
Poco para decir de la primera etapa, fea y aburrida, porque ni a Boca ni a Olimpo se les hacía fácil abrir la cancha para jugar mejor la pelota y no podían salir de la torpeza y la imprecisión, quizás “ayudados” por el mal estado del campo de juego. También atentó contra el espectáculo el exceso de fricción y el desorden generalizado de ambos equipos. Situaciones de gol claras no hubo; apenas tímidas insinuaciones, nada más.
El trámite cambió para mejor en el complemento. Boca salió a jugar con más decisión y a presionar, y en los primeros minutos se fue acercando al arco de Vivaldo. La primera situación clara fue un disparo de Delgado que Medina despejó de cabeza casi debajo del arco. Después llegó el instante clave. Olimpo tuvo dos oportunidades en una misma jugada: primero, un cabezazo de cerca de Desagastizábal que Abbondanzieri logró tapar arrojándose a la derecha, y luego fue Abaurre, que encontró el rebote y sacó un remate violento que pudo ser controlado por el arquero boquense. Pero en la réplica fue Boca el que concretó: Bracamonte le bajó la pelota a Delgado dentro del área y el Chelo sacó un derechazo cruzado que sorprendió por completo a Vivaldo para poner el 1-0.
El gol fue clave para abrir el partido, porque los locales se vieron obligados a ir a buscar el descuento. Con la ventaja, y los descuidos defensivos de los bahienses, Boca consiguió el dominio que no había logrado hasta entonces, salvo en unos pocos momentos. Un remate de Ezequiel González, quien intentó ser la manija del equipo, aunque esta vez no contó con el apoyo y la sociedad de Tevez; otro de Delgado, que se le fue bien alto, anunciaban el cambio de actitud de los de Tabárez. Antes de que Ibarra ampliara el marcador con un violento remate cruzado desde la derecha, Carrario había estado cerca de descontar. Con el 2-0, Boca se serenó e intentó controlar la pelota. Sobre el final, Olimpo buscó constantemente el descuento por el lado de Desagastizábal y Héctor González, dos de los que habían ingresado en el segundo tiempo. Primero tuvo una chance González, quien remató débilmente sobre Abbondanzieri; luego estuvo cerca Desagastizábal, quien recibió de Carrario en el área y sacó un remate que el arquero también controló.
Para concluir el festejo, a Boca le faltaba el gol de Bracamonte. En tiempo de descuento, el grandote, habilitado por Tevez, quedó mano a mano frente a Vivaldo, pero en el momento de definir se enredó y no hubo caso.