El Campeonato Argentino Abierto de Polo dio su puntapié inicial el fin de semana pasado y, por lo que se vio en Palermo, este evento no quiere dejar de ser “distinto” al resto de las disciplinas. Una recorrida por esa calle que se ubica detrás de la tribuna principal de la Cancha 1, permite evidenciar que para consumir algo de lo que ofrecen los stands hay que poseer ciertas condiciones. Si bien las entradas para presenciar el torneo dan posibilidades de acceso: 30 pesos la Dorrego central y 15 las laterales, los productos que se ofrecen en ese paseo dejan en claro que no todo está al alcance de las manos.

Una de las prendas más deseadas es la camiseta de La Dolfina, actual bicampeón del certamen, y para lucir la misma que Adolfo Cambiaso hay que desembolsar la suma de 200 pesos. De ahí para abajo se pueden adquirir algunas variantes de remeras de la misma marca. Pero para quedarse con la chomba de la Selección Argentina de polo, el valor aumenta a 370 pesos. En la misma carpa, mientras una señora compraba ayer un paraguas por 150 pesos, un cinturón con el logo de la Asociación sale 100.

Si alguien pretende almorzar en el predio, el presupuesto podría sufrir serias modificaciones. Una hamburguesa completa ($ 10), más una gaseosa o agua mineral ($ 5), acompañado de un helado en cucurucho ($ 8,50) deterioran cualquier bolsillo. Y si se busca un menú más pretencioso, como por ejemplo 15 piezas de sushi ($ 60) y una botella de champán ($ 240), modifica todo radicalmente. Igualmente, si se pretende conseguir una marca especial de esta bebida, como Dom Perignon, hay que hablar de mil pesos. Por ello nadie se queja en el momento de tomar un café, a seis pesos, o una copa de vino, a ocho.

Mientras todo esto sucede afuera de las canchas, con una gran cantidad de público extranjero, en el campo Ellerstina volvió a demostrar ayer que aspira a quedarse con la triple (viene de ganar en Tortugas y Hurlingham) corona, luego de vencer 21-10 a Santa María de Lobos. Más tarde, Indios Chapaleufú II derrotó 15-14 en chukker suplementario a La Aguada. Palermo descansará hasta el sábado próximo, y nuevamente todo volverá a ser igual.