“Recuerdo a mis padres discutir la posibilidad de abandonar Suiza para venir a vivir aquí”, afirmó en Melbourne el número 1 del tenis, Roger Federer, que pudo haber dejado la nacionalidad suiza si el proyecto hubiera cristalizado cuando el ahora mejor tenista del mundo tenía 12 años. La decisión tuvo lugar en su hogar en Basilea, donde su padre, Robert Federer, trabajaba en la industria química. “Aunque era rentable y lindo ir a Australia, amaban el país (Suiza)”, recordó Federer. “También nos preguntaron a nosotros. ¿Qué íbamos a decidir? Al final, simplemente dijeron: ‘Miren, tenemos a todos nuestros amigos aquí’. Eso fue cuando yo tenía 12, tal vez 14 años. Pasamos unas largas vacaciones de tres meses en Melbourne, Brisbane y Cairns para tener una idea mejor del país. Fueron unas vacaciones hermosas, pero al final decidimos quedarnos en Suiza.”