Por Gabriela Raimondi

La selección argentina de hockey sobre césped sigue manteniendo a la perfección la superioridad a nivel técnico y táctico frente a sus rivales, mostrada desde el comienzo de la décima Copa del Mundo que se está disputando en Perth, Australia. Al golear 5-0 a Escocia, Las Leonas ganaron los cinco partidos que llevan disputados y si al principio eran las favoritas, ahora nadie quiere cruzarse en su camino. Con el palo afilado, los botines de punta y las polleras bien puestas, Argentina logró llegar a ser el equipo más temido del Mundial siendo la primera en su zona. Con un abultado resultado de 14 goles a favor y uno en contra en lo que va del torneo, se convirtió en el conjunto que mayor cantidad de veces penetró el área con un total de 93 jugadas claras de conversión y 32 corners cortos.
El equipo de Sergio Vigil supo desarrollar en la cancha de manera excelente cada sistema táctico estudiado minuciosamente durante horas y a través de videos para doblegar a sus rivales. Ahí es donde está la clave de los triunfos consecutivos, ya que la selección nacional varió el juego a conveniencia en cada uno de los enfrentamientos. En su debut frente a Nueva Zelanda se priorizó el poder ofensivo, la presión constante y el juego por las puntas para la entrada de las delanteras más libres. Frente a Ucrania y Escocia, sus rivales más débiles, Argentina definió con total tranquilidad.
El recambio de jugadoras brinda un enorme estado físico y deja a la vista que tanto las defensoras como los volantes pueden hacer muy bien el papel de delanteras. Por su parte, Alemania y China, los más peligrosos del grupo A, tampoco lograron quebrantar al equipo nacional. En el encuentro frente a las asiáticas, las argentinas sellaron muy bien el medio para bloquear los pases cruzados de las chinas, su mejor arma. Esperaron en su campo y cada vez que jugaron de contragolpe supieron llegar al gol a través de cambios de ritmo impecables. También apareció la esperada conexión entre el mediocampo y la delantera, y así Argentina levantó el nivel mostrado ante las germanas que por momentos había provocado un repliegue generalizado.
La gran expectativa de Las Leonas estaba puesta en la respuesta anímica tras la baja de Vanina Oneto, que sólo jugó ocho minutos, pero en este aspecto no hubo fisuras. Soledad García supo reemplazarla de manera tal que con 5 tantos encabeza la tabla de goleadoras junto a la australiana Katrina Powell. En cuestión mental el conjunto albiceleste se muestra cada vez más armado.
La diferencia enorme entre Las Leonas y los demás planteles está sin dudas en el talento individual, el gran juego en equipo, la visión admirable para plantarse en el campo según el rival y el poder sobrellevar los 70 minutos casi sin equivocaciones.
La solidez en defensa, la movilidad en el medio y la agresividad en ataque son también para elogiar. Al equipo de Vigil no le falta nada. La confianza, seguridad y efectividad ya son marca registrada para ellas que hasta el momento no han descuidado el juego en ninguna de sus líneas.
La selección está muy cerca de la clasificación para las semifinales y de mantener este nivel de juego todo hace pensar que subirán a lo más alto del podio. Esa es su mayor ambición y minuto a minuto, las estadísticas ayudan a concretarla.