Contador se mostró eufórico

“Un sentimiento inexplicable”

El ciclista español Alberto Contador, de Astana, ganó ayer su tercer Tour de Francia, en los Campos Elíseos de París, tras superar por 39 segundos al luxemburgués Andy Schelck, quien quedó segundo en la clasificación general, al igual que en 2009, y por tres minutos y un segundo al ruso Denis Menchov, quien completó el podio final. En esta última etapa, que tuvo un trayecto de 102,5 kilómetros, el británico Mark Cavendish dominó el sprint y consiguió su quinta victoria.

“La competición fue muy dura desde el punto de vista físico, estuve en dificultad y me hubiera gustado hacerlo mejor”, expresó Contador, al mismo tiempo que realizó un balance de las tres semanas que duró el Tour: “Arranqué mal, pero gané una vez y a partir de ahí todo salió mejor. Cuando se llega a los Campos Elíseos, la meta más linda del mundo, se tiene un sentimiento inexplicable”. “Mi punto fuerte es ser el mejor corredor de todos los escaladores”, reflexionó.

En 2004, el español superó una operación en la cabeza por un edema cerebral y logró coronarse en 2007 y 2009. Con la obtención de este Tour, el ciclista igualó la marca del belga Philippe Thys, el francés Louison Bobet y el estadounidense Greg LeMond, que también tienen tres Tours franceses. “Todos los Tours son difíciles de ganar por una razón u otra. El año pasado también fue complicado, por motivos diferentes. Este año, hubo momentos en que particularmente no estuve bien.”

Lejos de mostrar una alegría desbordante, la madre de Contador, Francisca Velasco, admitió que el ciclismo le sacó la posibilidad de ver a su hijo con mayor frecuencia: “Si me dieran a elegir, cambiaría los tres Tours por poder estar más tiempo con él. No sé si podré prepararle algún recibimiento, porque tiene muchos compromismos y compartimos pocos momentos”. Con un profundo dolor, Velasco contó que le resulta frustrante ir a ver las competiciones: “Estuve allí hace tres años y la pasé muy mal. Lo ves en el podio, pero no te podés acercar. Con todos los medios y los guardaespaldas, apenas te dejan pasar. Le di un beso a duras penas. Me gustaría compartir esos momentos con él, pero lo tengo que estar viendo de lejos. Para eso prefiero seguirlo por televisión”.

Por su parte, Schelck reconoció la superioridad del español en el certamen, pero no cede en optimismo de cara a la próxima edición: “Esta vez no funcionó. Tengo cita dentro de un año aquí, en París, con el color amarillo. Si me comparo con el 2009, estoy mejor, pero al final del Tour, es el tiempo el que vale. Y el tiempo dijo que Contador fue más fuerte”.