Cuando a mediados de marzo, durante una gira por Nueva Zelanda, le confirmaron la rotura del ligamento cruzado anterior, Rosario Luchetti temió por su participación en Londres. Sin embargo, una novedosa técnica con un injerto de tendón en lugar del ligamento posibilitó una rehabilitación mucho más rápida de lo esperado y la mediocampista de Las Leonas afronta la última etapa de su puesta a punto, con la cabeza puesta en sus segundos Juegos Olímpicos. “Faltan veinte días, para mí es mucho. Cada día cuenta para llegar bien al torneo”, le aseguró Luchetti a Líbero, en una charla en la que resaltó que “el sueño es conseguir la medalla dorada”.

Luego de tres medallas olímpicas consecutivas (plata en Sydney 2000, bronce en Atenas 2004 y Beijing 2008), Las Leonas llegarán a Londres con el objetivo de repetir la performance en Londres. Y por más que cualquier metal las dejaría conformes, sienten que la obtención de la dorada es una cuenta pendiente. Así lo asume Luchetti, que no cree que sea un presión extra plantearse ese objetivo. “Sabemos que somos candidatas y es algo muy lindo, porque es algo que nos ganamos en la cancha. Que nos pongan ese rótulo significa que venimos haciendo las cosas bien. Y tenemos claro que nos falta la dorada, es la única medalla que no ganamos. Conseguir la medalla dorada es un sueño”, indicó la volante, que junto a Luciana Aymar, Carla Rebecchi y Noel Barrionuevo son las únicas del plantel que ya tienen una experiencia olímpica.

Integrante de Las Leonas desde 2005, Luchetti pasó por todas las etapas del equipo, desde ser una juvenil que llegaba a sumar experiencia hasta el actual, a los 28 años, en el que es una de las referentes del grupo. “Es algo que se da de manera natural. No es algo que una se proponga. El grupo mismo te va ubicando. Al principio, mirás y vas aprendiendo de las más grandes. Y ahora les transmitís esos valores que sumaste y la experiencia de Las Leonas a las más chicas”, aseguró Luchetti, que tiene bien claro el significado de ser Leona: “Es jugar por la camiseta, es el espíritu del deporte amateur. No es que seamos profesionales, pero con el aporte de la Secretaría de Deportes y el Enard las becas son mucho mejores que cuando yo empecé y nos ayudan muchísimo para poder entrenarnos en doble turno y dedicarnos a full. Pero la pasión es la misma de antes. Si una beca se atrasa o no llega, nosotras nos vamos a entrenar igual porque jugamos por la camiseta”.

Ante un plantel tan joven y casi nula experiencia olímpica, las más grandes deberán transmitir las vivencias de unos Juegos Olímpicos, pero sin olvidar el objetivo de la competencia. “Es algo que vamos a hablar bastante. Para un deportista, ir a unos Juegos Olímpicos es lo más importante y hay que disfrutarlo. Estar en la Villa Olímpica es algo único. Te cruzás con atletas de primer nivel de distintas partes del mundo o compartís con los chicos de otros deportes, que vienen de competir o se preparan para su torneo. Pero al mismo tiempo tenés que estar mentalizado en tu competencia, que es para lo que te preparás durante tanto tiempo. Hay que combinar las dos cosas”, sostuvo Luchetti, que guarda como un tesoro las fotos que se sacó en Beijing con el suizo Roger Federer. “Cuando lo cruzamos, nos sacamos fotos y le pedimos autógrafos. Fue un gran momento”, resaltó la volante argentina, que irá Londres con dos objetivos bien marcados: disfrutar de los Juegos y buscar la medalla dorada.