No hace tanto, en uno de los varios esperpentos que empecinadamente programa la señal Fox Sports, dos de los más auténticos representantes de la mediocridad futbolística de las últimas décadas, el ex árbitro Angel Sánchez y el ex jugador y ex entrenador Carlos Aimar –este último responsable de uno de los más recordados atropellos conceptuales, cuando a cargo del cuerpo técnico de San Lorenzo lapidó sin rubor que “Gorosito y Silas no pueden jugar juntos”–, se trenzaron en una supuesta discusión alrededor de algo así como “que los arqueros salgan jugando, ¿moda o recurso?”.

Está claro que ya quedó en el olvido aquella memorable paliza dialéctica que años atrás en Fútbol de Primera le dio Navarro Montoya al griguolismo instalado por entonces en Canal 13, respecto de cómo deberían jugar los arqueros.

Los defensores del “alto, fuerte y lejos” pregonado por quienes pretenden que los arqueros “le peguen para que no vuelva, o en todo caso tarde en volver”, reivindican las precauciones antes que el juego. Pareciera que nunca vieron jugar al mejor arquero jugador que recuerda quien esto escribe: el de la selección alemana y el Bayern Munich, Manuel Neuer.

Ni moda ni recurso. Se juega con la pelota.