FúTBOL › LO QUE HAY QUE MEJORAR EN EL EQUIPO
Más trabajo para Astrada
Por A. D. B.
Pese a que el equipo parece haber encontrado la ruta del éxito, River todavía continúa padeciendo algunos problemas futbolísticos que no logra solucionar. El equipo los sufrió en sus últimas dos presentaciones, ante Libertad de Paraguay y ayer frente a Newell’s, después de su triunfo más claro, ante Estudiantes. En el corto camino que lleva en este 2004, el plantel conducido por Leonardo Astrada no ha podido hallar la regularidad que siempre reclama su entrenador. El equipo no logra adueñarse de la iniciativa del juego, sobre todo después de ponerse en ventaja, y de esa manera sus rivales toman la iniciativa del encuentro. Así, River no justifica aquella diferencia en el resultado.
Uno de los factores de ese cambio de roles es la falta de un jugador que se transforme en el estratega real. Como Marcelo Gallardo continúa con la seguidilla de lesiones, ninguno de los futbolistas que ocupan su lugar ha demostrado lo suficiente como para hacer olvidar al ex jugador del Mónaco. En consecuencia, River corre muchos riesgos en su área y el vértigo suele apoderarse del equipo. Por lo que se vio hasta ahora, el conjunto de Núñez suele relajarse en varios pasajes de los partidos y su imagen queda bastante desdibujada.
Como las armas principales de River se encuentran en el ataque, con la dupla que integran Salas y Cavenaghi, los inconvenientes comienzan en el mediocampo. El único volante con capacidad de marca es Husain y entonces los rivales buscan explotar las franjas por donde se encuentran Coudet y Sambueza, quienes no se destacan en el aspecto defensivo sino que prevalecen más en ofensiva.
A partir de aquella falencia, el sector de la defensa queda demasiado expuesto, y la falta de coordinación entre los marcadores centrales y los laterales se hace más evidente. Cada vez que alguno de los hombres de la última línea se desprende en ataque, ese lugar no es cubierto de la mejor manera. Otro de los puntos cuestionables de River continúa siendo el arquero. A pesar del gran futuro que le anuncian a Costanzo, el chico de Río Cuarto intercala grandes intervenciones con errores que le terminan costando un resultado favorable.
Ese es el presente de este River. Tanto en el torneo local como en la Copa Libertadores, el equipo continúa en la búsqueda del equilibrio tan anhelado.
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