FúTBOL › AUNQUE PUEDE TENER UNA SEMANA ESPECTACULAR
Por ahora gana el campeonato de los contrastes y paradojas
› Por Juan José Panno
El Coco Basile, que sabe más de burros que de fútbol, dibujó una sonrisa cuando le preguntaron sobre el mito de que ningún equipo puede ganar un campeonato local y uno internacional con los mismos once jugadores, y respondió canchero: “Todavía no cruzamos el disco”. Tiene razón. Carreras son carreras y un ejemplo bien a mano llega desde San Isidro. El sábado, el Carlos Pellegrini cambió de patas un par de veces en el último tramo. Lo ganaba Baader, apareció Forty Licks y de última se impuso espectacularmente Storm Mayor por una cabeza. A las 5 de la tarde de ayer no había hincha de Gimnasia que no se considerara campeón; a las 7 y media, la Bombonera bailaba enloquecida al compás del “dale campeón”.
Todavía falta. Boca puede ganar un título el miércoles, ante Olimpo, y otro el domingo, ante Pumas. Pero también se puede quedar con las manos vacías. En el vaivén cotidiano del fútbol argentino todo es posible y no se recomienda festejar por anticipado. Boca, de hecho, es por estos tiempos el campeón de los contrastes y las paradojas. Estos son algunos poquitos ejemplos aislados:
- El martes pasado, en México, contra Pumas, produjo 45 minutos brillantes, tal vez los mejores en la gestión de Basile, con toque, llegada y total dominio de la situación, y en el segundo fue desbordado, no sabía cómo frenar los ataques del rival y no perdió por goleada de milagro.
-Palermo fue una especie de madera en casi todo el clásico. Se perdió más de un gol, en algún caso ridículamente, no devolvió bien una sola pelota y cortó –por lento o por acelerado– algunos buenos intentos colectivos. Sin embargo, su condición de estaca permitió que Boca concretara el primer gol, el más importante. Desde el suelo, enredado, trabado, Battaglia trató de pegarle a la pelota y le dio torcido. Palermo, parado en el área, casi ni se dio cuenta de que el rebote en sus piernas descolocaba a Ustari y la pelota viajaba a la red. En la historia quedará registrado que Palermo hizo un gol. Increíble.
-Hace poco, en el partido en el que Boca le ganó a Vélez, Insúa perdió una pelota en la mitad de la cancha y un filoso murmullo de reprobación cayó desde todos los rincones. En la jugada siguiente hizo un golazo y desde entonces acomodó mejor su relación con los hinchas. Sin embargo, ayer, cuando marcó el segundo gol, no lo gritó por respeto a los hinchas de Independiente que lo trataban de pesetero mientras los de Boca cantaban “Pocho, Pocho”. ¿Y el respeto al hincha de Boca?
-Basile podría ser el DT campeón de dos torneos en cuatro días, pero Macri ya le da el toque. Antes del clásico dijo que Maradona podría ser el DT ideal cuando el actual DT termine su contrato.
Así son las cosas. Por ahora Boca sólo es el campeón de las paradojas y los contrastes.
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