FúTBOL
Desmanes en el vestuario
En el entretiempo, al volver al vestuario, los futbolistas de Newell’s encontraron que los vidrios del lugar habían sido apedreados. Los jugadores optaron entonces por refugiarse en el micro, que también había sufrido los efectos de los proyectiles, y no volvieron a los camarines hasta que la policía y los dirigentes locales no les garantizaron la seguridad. Por esa razón, el período de descanso se prolongó unos 25 minutos.
En el final sonaron bombas de estruendo cuando el plantel rojinegro retornaba al vestuario: una de ellas cayó cerca del entrenador Nery Pumpido.
Nota madre
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