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También fueron de diez
Probablemente no hayan estado a la altura de los primeros diez, pero también cumplieron una muy buena temporada, e incluso alguno de ellos podría terciar por meterse en el grupo de elite. Leandro Gracián fue el gran conductor de Vélez, con presencia y gol. Anotó seis tantos en el Clausura y seis en el Apertura, además de convertir otro en la Copa Sudamericana. Otro de los jugadores que despegó en 2005. Algo similar ocurrió con Gastón Machín, el volante de Argentinos. Con un gran ida y vuelta fue una pieza clave en el equipo de La Paternal, además de meter cuatro goles. En un equipo que no rindió para nada, Ezequiel Lavezzi fue uno de los pocos que se salvó de las reprobaciones del público, gracias a su entrega y a los diez goles que consiguió en el año –ocho en el Apertura–. Un caso particular se dio con Mariano Pavone, sensación en el Clausura con 16 goles, pero que en el Apertura cosechó más expulsiones que tantos –2 a 1–. Para Santiago Hirsig, su año en Arsenal resultó el mejor de su carrera, lo que motivó que varios clubes más grandes lo pretendieran. Lo mismo podría decirse de Iván Moreno y Fabianesi, un mediocampista con una asombrosa capacidad ofensiva. Sus nueve goles en el Apertura así lo acreditan. Entre las grandes apariciones de este año figuran Gabriel Paletta, pieza clave en Banfield y en la Selección Sub-20 campeona en Holanda. Lo mismo sucedió con Oscar Ustari, que se consolidó en el arco de Independiente tras el título juvenil. Por los costados, con diferentes virtudes, Nicolás Cabrera y Jesús Dátolo demostraron su calidad. El pibe de Gimnasia lo hizo en base a dinámica y a una muy buena pegada en movimiento, mientras que el de Banfield lo logró con habilidad y atrevimiento.
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