Por Facundo Martinez

Boca sufrió su segunda derrota consecutiva –ante Paysandú, por la Copa Libertadores (0-1) y ante Vélez, por el Clausura (0-2)– y volvió a dejar una mala imagen en la cancha, con sólo 30 minutos aceptables y 60 de nerviosismo, descontrol e impotencia. El capitán del equipo, Diego Cagna, asumió las responsabilidades de los jugadores por el mal momento y prometió: “Vamos a ganar los próximos partidos”. Mientras que el entrenador, Carlos Bianchi, habló sobre la “falta de profundidad” y, por primera vez, remarcó la ausencia de un “goleador típico”.
La bronca de los jugadores boquenses, tras la caída ante Vélez en un partido que, con el empate de River, era clave para quedar como único puntero, fue notoria. Incluso, durante los últimos minutos del encuentro, cuando todo indicaba que no había espacio ni ideas para la hazaña, los de Bianchi se ocuparon menos de jugar que de protestar cada uno de los fallos del árbitro Héctor Baldassi, quien no influyó en el resultado, aunque sí había dejado pegar demasiado, sobre todo en la primera etapa.
“Tengo mucha bronca. Da bronca perder porque éste era un partido clave. Cometimos dos errores y después no pudimos darlo vuelta. Vamos a tratar de cambiar esto”, comentó Cagna, y luego, sentenció: “Este equipo tiene mucho potencial y vamos ganar los próximos partidos”.
La derrota golpeó también a Bianchi, que aparte de la punta se jugaba un amistoso duelo con su ex ayudante de campo, Carlos Ischia. Vélez, que está concretando una buena campaña, era un rival importante para medir las aspiraciones de Boca y la derrota sirvió para poner al descubierto ciertas falencias que ya habían asomado en las últimas presentaciones, pero que no se asumían en toda su magnitud desde el cuerpo técnico.
“En la primera parte, Boca dominó la pelota, pero no tuvo profundidad y así le facilitó el juego a Vélez, que fue más realista y en el complemento se cerró bastante bien”, dijo el entrenador boquense, quien sobre la falta de gol de sus dirigidos apuntó: “Boca no tiene un goleador típico en estos momentos. Bracamonte se lesionó dos veces, Alfredo Moreno puede ser una solución, pero me incliné por los que jugaron hoy (Barros Schelotto, Tevez, Delgado y Estévez)”.
Después, el técnico llamó a “taparse la boca”, al indicar que “éste es el plantel que Boca tiene hasta junio”.
El entrenador resaltó que “Boca tiene que seguir trabajando para intentar encontrarle la vuelta” a los problemas del equipo. “Esta derrota duele, pero no es determinante”, agregó. Bianchi tiene razón y también tiene tiempo, no mucho, para mejorar la imagen de su equipo. Primero tendrá que enfrentar en la Bombonera a Colón, y no perder para seguir cerca de River, al que tendrá que enfrentar en la 14ª fecha, y después viajar a Brasil para enfrentarse a Paysandú, que ya demostró que puede complicarle los planes.