Si el punto de referencia es puramente matemático, la Selección Argentina tiene un poco más del 3 por ciento de posibilidades de ganar la Copa del Mundo, ya que juegan 32 equipos. Y tiene el 50 por ciento de posibilidades de pasar la primera ronda, en la que juegan cuatro equipos y se clasifican dos.

La historia dice que, en los 15 torneos que disputó hasta el presente, no pasó de la primera ronda en 1934 (jugó un solo partido y lo perdió) en 1958, en 1962 y en 2002. Vale decir que desde el ’74 hasta ahora, de diez Mmundiales sólo en uno (2002) quedó eliminado en la primera ronda. Uno de diez significa un 10 por ciento o, visto con optimismo, 90 por ciento de chances de atravesar la primera fase.

En los once mundiales en los que cruzó con éxito la primera ronda, Argentina jugó cuatro finales, tres veces cayó en cuartos y en las restantes perdió en octavos o en segunda fase. Si esos antecedentes cuentan, Argentina tiene un 63 por ciento de chances de llegar por lo menos hasta los cuartos de final, una vez atravesada la fase inicial.

Por estos antecedentes es que Argentina aparece siempre en la lista de candidatos a ganar el campeonato.

En la historia de los mundiales, sólo ocho selecciones se consagraron campeonas: Brasil (5), Italia (4), Alemania (3), Argentina (2), Uruguay (2), Inglaterra (1), Francia (1) y España (1).

Si se mide entonces por la historia, Brasil tiene 27 por ciento de posibilidades de salir campeón y, en orden decreciente, Italia (21 por ciento), Alemania (15 por ciento), Argentina y Uruguay (10 por ciento), Inglaterra, Francia y España (5 por ciento).

Si se toman como referencia los títulos obtenidos por los dueños de casa en la historia (6 de 19), Brasil tiene el 31 por ciento de posibilidades, pero si se considera el único Mundial jugado antes en Brasil, el porcentaje se reduce a cero.

De cualquier manera, todas éstas son puras especulaciones matemáticas y estadísticas (se podrían hacer muchísimas más) que no aseguran nada.

Queda claro, eso sí, que las posibilidades de Argentina de pasar a la segunda fase son muchísimas y que sólo un milagro impediría la clasificación; que a partir de ahí, a medida que avance en el cuadro, se encontrará con rivales de otra categoría, pero igual se puede arriesgar que a los cuartos de final va a llegar y, con un poco de optimismo, se puede pronosticar que va a jugar siete partidos. Si eso pasa, y si se da además que hasta allí llega jugando buen fútbol, será el momento de festejar.