El ciclo de Marcelo Gallardo en River está siendo marcado por la capacidad del entrenador por haber transformado al plantel, con apenas dos incorporaciones (Leonardo Pisculichi y Julio Chiarini) en la segunda parte de 2014, en un conjunto vistoso y efectivo a la vez. Para este año ya se sumó el cordobés Pablo Aimar, quien regresa a la institución después de 14 años, aunque todavía no se lo puede considerar como refuerzo, debido a que se determinará si finalmente se suma una vez conocidas sus respuestas físicas, sobre todo. La capacidad técnica de Aimar no está en discusión bajo ningún concepto, pero las dudas radican en el escaso rodaje que tuvo el jugador en el último tiempo: en la temporada 2013-2014 jugó apenas ocho partidos en el Johor Darul Takzim Football Club de Malasia, con sólo dos goles convertidos.

Los malayos le rescindieron el contrato en abril del año pasado, cuando había firmado por dos temporadas con opción a una más, por su irregular rendimiento producto de las lesiones continuas. A los 35 años, Aimar tendrá un gran desafío personal para buscar el retiro en el club que lo lanzó a la elite. Un caso similar se dio con Matías Almeyda, quien luego de su alejamiento de la actividad decidió regresar al club. El actual técnico de Banfield entregó buenas y malas, con un descenso incluido, que terminó desdibujando su figura.