BEST-SELLERS
El Código Da Vinci: Creced y multiplicaos
El Código Da Vinci, de Dan Brown, generó una avalancha de libros que buscan interpretarlo, denunciarlo, revelarlo y glosarlo. Varios de ellos entran a las listas de best sellers de la mano del fenómeno mundial de esta misteriosa Biblia moderna.
› Por Sergio Di Nucci
De las tantas observaciones europeas respecto de la sociedad norteamericana prevalece, quizás, una: mientras en Estados Unidos importa hasta el escándalo cuánto introdujo su habano Bill Clinton o cuán desnudo quedó el seno de Janet Jackson, en Europa las preocupaciones pasan por la reforma jubilatoria o el sistema de seguridad social. Esta pasión por los temas más inmediatos y fuertes ha conducido a la Iglesia Católica norteamericana a convertirse en una de las más díscolas a los mandatos del Vaticano. Y a que un libro que debate si Jesús fue o no homosexual, si se casó o no con una puta, o si tuvo o no un hijo, se convierta en best seller internacional, pero con base en los Estados Unidos.
El Código Da Vinci, el thriller esotérico-religioso del norteamericano Dan Brown, relata la investigación, disparada por un asesinato, que emprende el profesor Robert Langdon. La víctima era uno de los curadores del Louvre y el crimen, supuestamente, fue organizado desde las tinieblas por el Opus Dei. El protagonista resolverá el enigma apelando a códigos y anagramas que presuponen la observación de la obra más famosa de Leonardo Da Vinci, La Gioconda. La novela revela, directa e indirectamente, que la Iglesia ocultó el matrimonio de Jesús y hasta un hijo cuyo descendiente viviría hoy en Francia, así es que por motivos sexistas y políticos María Magdalena no es hoy la verdadera jefa de la Iglesia. El volumen produjo, entre otras cosas, todo tipo de libros de denuncia, irritaciones institucionales, eclesiásticas y universitarias, acusaciones de plagio, muchedumbres peregrinando por los circuitos descriptos en el libro y unos 10 millones de ejemplares vendidos.
Lo que importaba y lo que estaba en el centro de atención han sido menos las peripecias de un argumento cinematográfico guiado por una prosa correcta que la proliferación de informaciones marginales que impugnan el canon oficial del catolicismo. El número de secuelas que ofrecen las librerías argentinas impresiona, y sus títulos son elocuentes: Los secretos del Código: la guía no autorizada, María Magdalena y el Santo Grial, A la sombra de los Templarios, La revelación de los Templarios (acaso el más sistemático, con más de cien ensayos, algunos de ellos de crítica feminista), la reedición de El misterio de Leonardo o Moisés.
El de René Chandelle, Más allá del Código Da Vinci: el libro que resuelve el misterio, vendría a ser el complemento ensayístico o la breve y sencilla enciclopedia necesaria para leer el de Dan Brown, y junto con Los secretos del Código figura en la lista de best sellers, como evidentes secuelas de la novela de Dan Brown. Chandelle se centra en los debates que generó la novela: qué dicen los escritos gnósticos, el matrimonio y el sexo según la costumbre judía, los merovingios y Constantino, la orden de los Templarios y el Priorato de Sion, las intrigas del Vaticano o qué es el Opus Dei. La información a veces parece hipotética y por momentos corre el riesgo, como en muchos de los libros de este género, de desbarrancar hacia teorías de corte conspirativas o simplemente disparatadas.
Ante los ataques al libro por parte de todo el mundo (los párrocos franceses, españoles y norteamericanos, los suplementos culturales, los estudiantes de Historia), el escritor Dan Brown se amparó, por supuesto, en la inmunidad de la ficción. Y en un argumento incontestable: la celebración de que las personas respondan hoy también a aquellos temas que importaron en la historia humana, en una feliz edad anterior del mundo, cuando la sangre y el semen todavía no estaban normalizados bajo etiquetas clínicas y psicoanalíticas.