LIBRO CHICHE
› Por Sandra Comino
Algunos libros para chicos muy chicos fortalecen la idea de generar ternura, crear dinámica para atrapar la corta atención que se tiene en esta etapa y, en la mayoría de los casos, como éste, narra la imagen, las frases son extremadamente cortas y seducen –¿por qué no?– al adulto que opera como el mediador.
Cuando el elefante camina, originalmente publicado en inglés, lleva doce reimpresiones en español, en el término de poco más de década y media, y se podría decir que pertenece a la categoría de aquellos títulos que no pierden vigencia y por lo tanto perduran. Keiko Kasza (escritora e ilustradora) logra un relato ágil, con humor y final inesperado, mediante situaciones acumulativas donde los personajes tienen la misma reacción: por miedo, huyen. La estrategia utilizada comienza con la lectura de tapa y contratapa que, al abrirlas enfrentadas, presentan a los protagonistas principales. En este sentido, el paratexto resume la idea de todo el cuento y adelanta el final.
La ilustración en la página impar coloca a un personaje en primer plano y luego en el reverso lo fragmenta. A continuación rota el protagonismo al siguiente y repite el recurso. De este modo, cuando comienza el cuento con el texto: “Un elefante camina...”, se ve al elefante entero. Al dar vuelta la hoja, sólo se observa la trompa y la frase sigue: “... asusta al oso”. A la derecha ahora está el oso; luego sale corriendo y cuando asusta al cocodrilo, en la doble página siguiente, se renueva la escena del susto anterior: esta vez el fraccionado es el oso y el cocodrilo permanece en actitud de desconcierto. Si se alinearan las escenas, resultaría una alocada carrera de personajes que escapan. El recorrido común hacia un refugio muy singular, a donde van a parar todos, está compuesto por una imagen que tiene vitalidad y fondos muy blancos que dan idea de mucha luz. Keiko Kasza es norteamericana de origen japonés, autora de Dorotea y Miguel (2001), un libro con tres relatos cortos donde dos hipopótamos juegan, discuten, tienen mucho en común y al mismo tiempo son dife-rentes. Miguel necesita jugar en el barro, esconderse y nadar solo; esto provoca un gran enojo en Dorotea, hasta que él cuenta por qué necesitaba la soledad. En El más poderoso (2002), la autora utiliza el humor para contar cómo se pelean animales, quienes se creen los más fuertes del bosque y desean obtener una corona. En Mi día de suerte (2005), un cerdo llega a la casa de un zorro hambriento, pero como quiere escapar de ir al horno, sugiere que lo bañe, engorde para ser más rico en el futuro. Inspirada en Los tres cerditos, la historia tiene una mirada muy graciosa. Otras producciones de Kasza como Choco encuentra a su mamá, Los secretos del abuelo sapo, El día de campo de don Chancho, como los mencionados anteriormente, son muy recomendables, han obtenido premios y se encuentran en la colección Buenas Noches, editados por Norma.
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