Jorge Accame continúa con la saga de los poetas cuya última entrega era Forastero. Una mujer en una casa junto al mar reconstruye el pasado a través de la escritura.
› Por Luciana De Mello
“Regreso a Tanto gentile como quien regresa a su propia casa”, dice Gabriela, la protagonista de Gentiles criaturas, última novela de Jorge Accame. Y en seguida, unas líneas más abajo se pelea con Dante Alighieri y con esa parte del género masculino que ve a las mujeres como el italiano vio a Beatrice en su poema. Entonces concluye, rotunda: “¿Qué haremos dentro de semejante jaula? ¿nos verán alguna vez como somos? ¿Nos dejarán en paz? ¿nos dejaremos en paz y seremos capaces de mostrarnos? Hembras rabiosas, llenas de amor y resentimiento por la naturaleza”.
Fuerte, sí. Porque el ruido comienza desde temprano en esta construcción de la voz femenina, la narradora queda dentro de esa doble jaula tan habitada de lugares comunes: o la mujer que despierta suspiros, tan gentil criatura, o el animal rabioso y desquiciado que no puede con su mente frágil. Gabriela es poeta, madre, esposa, amante y ex monto. Está en un momento de su vida en el que dejaría a su familia y se iría a recorrer los caminos para escribir su poesía. Acaba de alquilar una casa frente al mar, lejos del pueblo, casa que eligió sólo porque le gustan las cortinas, pero esto último no se lo dice a su marido: él no entiende su poesía.
Gabriela escribe poemas llenos de ternura y miradas sobre el pasado, sobre lo que no es y lo que pudo haber sido. Sobre esas tantas otras vidas que no se eligieron o que no sucedieron por puro azar, avatares del destino. En su poesía como en su narrativa, Accame explora el universo de vidas posibles contenido en el transcurrir de cada individuo como un negativo sin revelar pero que sin embargo encierra alguna verdad sobre la propia existencia. En Gentiles criaturas, estas tantas vidas posibles toman forma desde la historia de su narradora protagonista mediante una voz que se percibe, quizás demasiado, como la de una mujer que se narra a sí misma a través de la mirada de un hombre. Ella está en esa casa frente al mar para poner en orden sus papeles y escribir mientras el pasado vuelve con todos sus personajes y horrores. Una infancia y pubertad lindando la locura, el amor y el sexo tempranos, la militancia, la muerte y la poesía como salvación.
Gentiles criaturas es la cuarta novela de una serie de personajes que nacen del libro de poesías de Accame Cuatro Poetas, una antología de autores apócrifos para los que más tarde el autor construyó sus biografías en forma de novela. Un juego de cajas chinas, textos que surgen de otros textos y que dieron como resultado sus anteriores obras Concierto de Jazz, Segovia o de la poesía y Forastero (novela con la que Accame ganó el premio La Nación-Sudamericana en 2008). La preocupación de Accame por el trabajo sobre el lenguaje está presente también en esta última novela de la serie, donde se discute sobe poesía, su proceso de creación y el sentido de la escritura.
Accame, autor de la renombrada obra de teatro Venecia, vive en Jujuy desde el año 1982 y ha ganado distinguidas becas para residencias de artistas como la de la Universidad de Iowa y la de Yaddo, donde escribió la mayor parte de su última novela.
“El pasado vuelve en el lenguaje”, dice uno de sus personajes en Forastero y en esta última novela de Accame vuelve uno de los cuatro poetas, que ensamblando poesía y prosa reconstruye una vida en capítulos tan cortos como versos y con un final de puntos suspensivos.
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