El extranjero
ET EU TU
Arnaldo Antunes y Marcia Xavier
Cosac & Naify
Sao Paulo, 2003
Si lo que define el género epistolar son las cartas, este libro nada tiene que ver con él. Si su característica es la mediación, la distancia, incluso el manejo de los tiempos, este libro podría ubicarse, aggiornado al extremo, en la tradición de Choderlos de Laclos.
Todo comenzó con un intercambio, largo y sin meta definida, de e-mails. La artista plástica brasileña Marcia Xavier le mandaba fotos y montajes fotográficos a Arnaldo Antunes y éste respondía con poemas, escritos a partir de aquellas imágenes. Si bien este cruce parte de una propuesta de Xavier, interesada en explorar la relación entre la palabra y la imagen, es tan afín a la poética de Antunes que sólo puede ser pensado, retrospectivamente, como una elección que acentúa la busca de todo su trabajo. El diálogo entre los dos códigos crea uno nuevo y ¿qué más antunesiano que el deseo de nuevos códigos? ¿Qué más antunesiano que el diálogo? Las fotos que Marcia mandaba, espaciadas, eran de su archivo personal, un registro de su trabajo, heterogéneo pero con una línea absolutamente legible y coherente, de los últimos diez años. Antunes, en cambio, escribió poemas para esas fotos. El énfasis de Antunes en la materialidad del lenguaje, en la consistencia, en la presencia del cuerpo en las obras (sus caligrafías, por ejemplo, juegan constantemente con el rastro corporal del gesto que las trazó) es claro también en este trabajo. Como respuesta a esas fotos, fragmentadas (de cuerpos enteros, de partes del cuerpo, de paisajes, de changuitos de supermercado, de cielos con y sin nubes, de aviones enteros, de partes de aviones, de sillas, de las nervaduras de una hoja, de una plaza de toros), Antunes propone, también, la fragmentación. Elige, evidentemente motivado por los recortes y montajes de Xavier, el quiebre de versos y de palabras entre versos; el impacto visual de los poemas está pensado exclusivamente a partir de su diálogo con las fotos, del color y tamaño de las letras, del soporte físico. El libro, exquisito, impactante, varía constantemente sus materiales: tapa metalizada, fotos desplegables, transparencias. La tipografía es única y Antunes no apela a los poemas visuales, se cierne a los límites exclusivamente verbales de la poesía sin descuidar nunca la busca constante de tridimensionalidad en el lenguaje.
El pasaje de una foto a otra, de un poema al siguiente o, claro, el cruce de lenguajes producen al mismo tiempo una reacción química compleja y un proceso totalmente natural. Por momentos, parece posible descubrir un criterio analógico de pasaje, una semejanza temática o formal (visual o sonora: un color, un ritmo, un vacío); en otros, sorprende el contraste. Y, a pesar de no haber una lógica narrativa entre los poemas y las fotos, la sucesión crea, inevitablemente, un gran poema, complejo y variado.
Este libro, cuyo título Et Eu Tu acentúa la idea de sintaxis dislocada, es, una vez más, una declaración de guerra a la especialización. Arnaldo Antunes no (sólo) es poeta. Marcia Xavier no (sólo) fotógrafa. Caligrafías, performances, música, poesía por un lado; instalaciones, objetos, fotos por otro. Lo natural, para estos artistas, es, indudablemente, el tránsito. La interterritorialidad, un a priori.
Violeta Weinschelbaum