Volveremos a las fuentes
En los últimos años salió una serie de novelas de autores que generacionalmente son posteriores a los años del peronismo, tanto clásico como el de los ‘70, pero que lo han abordado en sus tramas desde distintas perspectivas. Vuelo triunfal, de Miguel Vitagliano, fue publicada en el 2002 y se ubica en el primer peronismo en pleno clima de antinomias y utopías nacionales. La vida por Perón de Daniel Guebel transcurre en 1974 a partir de la muerte de Perón; Una Virgen peronista de Federico Jeanmaire vuelve al ‘55 para recrear la quema de iglesias en los estertores del peronismo. Más lateral, pero relacionada con la izquierda peronista, también se destaca Tres mosqueteros de Marcelo Birmajer.
Pero, además de las novelas sobre el peronismo, Carlos Gamerro destaca otra fuente quizá más insospechada. “Me sirvió mucho, y me acompañó, la obra pictórica de Daniel Santoro (Manual del niño peronista), a pesar de que él es un peronista de la primera hora y yo un gorila depilado. En general, desde que el país entero aceptó su condición de peronista hahabido un aluvión de obras relacionadas, muchas de las cuales se venían gestando desde antes, como si presintiéramos lo que se venía. Ahora mismo está sucediendo: mi novela, las películas Trelew y La vida por Perón, el estreno de Eva Perón de Copi... Octubre de 2004 viene más peronista que nunca.”
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