Sáb 24.02.2007
m2

CON NOMBRE PROPIO

Larga vida a la estampa

Desde la etiqueta Picnic, Coty Larguía y Eugenia Troncoso renuevan blanquería, vajilla y objetos mediante composés y dibujos varios.

› Por Luján Cambariere

Coty Larguía y Eugenia Troncoso tienen carreras prósperas pero atesoraban desde hacía tiempo el secreto deseo del emprendimiento personal en clave diseño. Viajes y una particular fascinación por la decoración y los objetos habían agudizado la vista y el olfato comercial, y ya intuían que una renovación posible pasaba por la estampa. Después de años de despótico minimalismo, para los que cualquier composé o dibujo eran demodé, valía recuperarla. Tras eso van con su reciente etiqueta Picnic, que tiene mucho de rejunte y de nostalgia que imprimen en ropa de cama, lámparas, empapelados, vajilla y almohadones, su objeto fetiche.

Larguía trabaja como directora de arte en cine publicitario. Estudió escenografía y vestuario en la Escuela Saulo Benavente del Centro Cultural San Martín y artes escénicas en el Herbert Bergoff Studio de Nueva York. Luego de varios años como escenógrafa en teatro independiente, a comienzos de 1998 comienza a trabajar en distintas productoras realizando comerciales y videoclips. A la par que hacía decorados y puestas en escena para desfiles y campañas gráficas, Troncoso, dedicada ciento por ciento a la indumentaria, con un breve paso por la carrera de diseño de la UBA y la Central Saint Martins de Londres, trabajaba como gerenta de producción en una importante empresa de indumentaria femenina especializada en diseño, fabricación, logística y marketing. Un curso de posgrado que cursaban en la Universidad Di Tella las reunió y la similitud de deseos e intenciones las unió en esta apuesta.

La etiqueta comenzó a principios de 2006 cuando empezaron a investigar por el lado de la estampa, y ya a fin de año hicieron su presentación en sociedad en la tienda Malba. Arte antiguo japonés, diseño escandinavo, cine coreano, la naturaleza, las tramas geométricas, todo era fuente de inspiración siempre a través de ese mismo hilo conductor. “Teníamos muchísima información y decidimos empezar a volcar en almohadones”, cuenta Troncoso. “Básicamente –agrega–, porque es una pieza accesible que reinventa un espacio en un segundo. La idea era hacer series que se continúen y armen un paisaje. Y de algún modo cuenten así una historia”, detalla. “Todos vienen ribeteados, en satén de algodón, canevas, terciopelo o pana, serigrafiados manualmente y pet friendly”, agrega. Esto es, amigable con los animales y el planeta, ya que en vez de relleno de plumas, usan vellón siliconado.

“También nos divertía jugar con eso de que la estampa se desprende de un objeto y va al empapelado o a la inversa, que del plano pase al volumen”. Por eso desde el inicio, la colección se completa con lámparas de resina laqueada, cubreedredones reversibles, empapelados y vajilla a la que en esta primera edición apodaron Belle Epoque-Chamonix ya que según ellas representa a un pueblo al este de Francia al pie del Montblanc. Además diseñan colecciones especiales, ediciones limitadas como la de almohadones serigrafiados con réplicas de murales de Nueva York. Fotos tomadas por Larguía en el barrio de Brooklyn, especialmente ideados para la tienda de un museo como el Malba.

¿A futuro? “Cercano, pensamos ampliar la línea a otros objetos. Y sobre todo incorporar nuevas estampas como las de ilustraciones de creativos invitados”, agrega Troncoso. “Y seguir el Picnic. Nada más ni nada menos que un entorno feliz y un menú sencillo”, rematan.

* Picnic: 15-4992-4521, [email protected]

(Versión para móviles / versión de escritorio)

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS rss
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux