Sáb 12.01.2008
m2

RESTAURACIONES

El caso de San Juan Bautista

La iglesia vieja de Huaro, a pocos kilómetros del Cusco, lleva casi quinientos años en actividad y acaba de cerrar la etapa final de restauración de sus impactantes murales. El templo, de una nave con capillas laterales y una espadaña, sigue siendo lo más alto que tiene el pueblo. Huaro fue fundado como un tampu, una posada en el extenso sistema de paradas en los caminos incas pensado para que al fin de cada jornada hubiera una aldea para los viajeros. Como hace siglos, Huaro es una comunidad agrícola especializada en el maíz, con Cusco como mercado principal.

La iglesia fue construida en los últimos años del siglo XVI, después de que los jesuitas llegaran a Cusco, en 1571, como centro de una reducción indígena de las creadas por el virrey Toledo. El edificio tiene cimientos de piedra y un sobrecimiento de piedra trabajada en bloques, formando un basamento visual. Por encima se alzan muros de adobe revocados en barro y encalados. Las techumbres son de madera en par y nudillo, con tejas a la española, y el artesonado –el revestimiento interior de los techos– es de madera en rollos y cañas kur-kur, de la zona. El portal, la coronación del portal y la espadaña son de piedra labrada. Es notable que con más de 400 años encima, todos estos materiales siguen en su lugar, originales, y lo único que se cambió fueron los enladrillados de los pisos interiores.

Pero lo que llama más la atención es el formidable sistema de decoraciones interiores de la iglesia de Huaro, comenzado en el presbiterio y que comenzó a cubrir muros, techos y bóvedas a partir del siglo XVIII. Para esa época ya resultaba raro encontrar pintores españoles en el imperio, porque la actividad estaba cómodamente dominada por criollos y mestizos. Esto da origen al estilo “barroco mestizo” que domina hasta mediados del siglo XIX y sigue vivo y bien en muchos talleres cusqueños, que siguen elaborando los famosos ángeles arcabuceros.

El conjunto de pinturas que completa la ornamentación del templo fue realizado por Thadeo Escalante, un artista de Acomayo nacido hacia 1770 y muerto en 1840, indio puro de sangre inca y discípulo de los muralistas Zapata, Gutiérrez y Vilca. Escalante dejó su marca en un medallón fechado en 1802, final de la obra, en un lateral de la arquería que sostiene el coro del templo.

Con su equipo, Don Thadeo –como firmaba, mostrando con el título que era vecino libre y con propiedad– realizó una notable obra de pintura educativa, explícita y narrativa, de las usadas en templos de toda América para cristianizar poblaciones paganas. La iglesia de Huaro, como las de Bahía, México y todo Perú, funciona como un libro ilustrado donde se pueden ver las narrativas bíblicas básicas para la catequización. Los conjuntos pintados por Escalante son La Gloria, que muestra a Dios, Cristo y el Espíritu Santo rodeados de ángeles, El Arbol de la Vida, Las Dos Muertes, Las Postrimerías y El Infierno. Otros sectores –arcos, bóvedas y las aguas internas de la techumbre– tiene decoraciones florales, animales exóticos como un delicioso elefante, y heráldicas nobiliarias.

Una característica notable de estas pinturas, de perspectiva simple pero exacta, en planos superpuestos, es el costumbrismo que permite que hoy sean vistas como muestrarios de ropas, adornos personales y amoblamientos de época. Por todas partes hay medallones y cintillos con textos en español antiguo, como el de las almas en pena que se lamentan “ay de mi que ardiendo quedo, ay que pude yano puedo, ayu que por siempre he de arder, ay que Dios nunca he de ver”. O el casi subversivo que anuncia que “la muerte es benigna en la Casa del Pobre”.

La iglesia de Huaro es un tesoro y un espectacular muestrario de imágenes, una obra de arte de notable refinamiento. Es, también, un artefacto único de las Américas, producto de un encuentro de culturas irrepetible.

Subnotas

(Versión para móviles / versión de escritorio)

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS rss
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux