El gobierno porteño, la Sociedad Central de Arquitectos y la Fundación por La Boca organizaron un concurso de anteproyectos para la cabecera norte del transbordador Nicolás Avellaneda, y de ideas para la ribera del Riachuelo. Se prevé la implantación en el área de dos esculturas, una un busto del poeta marchegiano Giaccomo Leopardi, que vendrá desde Italia, y otra de gran formato del escultor argentino Carlos Gallardo.

El estudio ganador fue ATV arquitectos, conformado por Federico Azubel, Ignacio Trabucchi y Walter Viggian. El equipo de proyecto lo conformaron Valeria Bril, Christian Morhac, Mariela Bril, Damian Parodi, Karina Pafundi, Marina Marin, Pablo Macchi y Ana Machelett. Además colaboraron Gala Traversa, Andrea Tubert, Ana Badowski, Florencia Crespo, César Burgos, Darío Sandoval y Lucía Cappeto. Como asesores trabajaron Margarita Charriere y Alicia Novick.

En la memoria descriptiva los autores resaltan la importancia del Riachuelo como un paisaje metropolitano que históricamente se conformó como centro de actividades portuarias e industriales de la ciudad, configurando un escenario privilegiado para la formulación de una amplia gama de proyectos urbanísticos y de infraestructura. Muchos de ellos jamás se realizaron, otros fueron dejando sus huellas en el espacio físico, configurando su paisaje actual. Allí hay grandes infraestructuras portuarias, puentes, transbordadores y fábricas que fueron dando forma a su cuenca y la propusieron como eje de desarrollo.

Como contrapunto de ese pasado productivo, los ganadores resaltan su presente y lo caracterizan como un “fondo de ciudad” caracterizado por sus aguas contaminadas, márgenes indefinidas, fábricas, barcos y puentes abandonados, y viviendas precarias que se amontonan en sus orillas.

Esta ribera presenta una compleja sucesión de piezas urbanas derruidas y espacios de oportunidad para configurar un nuevo paisaje urbano de calidad ambiental. La búsqueda es un nuevo eje metropolitano a recuperar mediante acciones de mejoramiento integral del espacio público y programas de incentivo a la radicación residencial y de actividades productivas. Recientemente, grandes proyectos urbanísticos están proponiendo nuevos espacios y equipamientos para la zona sudeste de la ciudad, que es necesario articular en un sentido integrador: el Corredor Verde del Sur, el Centro Cívico y el Parque lineal del Sur, entre otros que constituyen fragmentos que deben organizar una red de espacios que planteen una vinculación del sur con la ribera, considerando un nuevo paisaje desde el río y abordando ambas márgenes.

El trabajo premiado propone un sistema de espacios públicos costeros desde el extremo sur de Puerto Madero y la Dársena Sur hasta la Avenida 27 de Febrero, consolidando un nuevo frente ribereño en continuidad con la costa porteña. Este sistema se vincula transversalmente con una serie de parques lineales Norte-Sur y avenidas jerarquizadas, proponiendo una red de vinculaciones entre la ciudad y el río relacionada con programas de residencialización, revalorización del patrimonio edilicio y promoción de actividades comerciales y culturales.

La propuesta plantea fortalecer la identidad de los barrios del sur, consolidando un sistema que permita la identificación de cada subárea. Se hace hincapié en consolidar un nuevo frente urbano que transforme el Riachuelo en eje central del Area Metropolitana y no como un borde abandonado. Esto rescata propuestas anteriores, como la de hacer un master plan para la cuenca que logre un saneamiento de la contaminación y la apertura de un gran parque lineal en sus costas, repensando el tránsito, en particular el pesado, y rezonificando para privilegiar usos.