Por Matías Gigli

Es difícil trabajar como arquitecto hoy en día. Y mucho más es sobresalir con trabajos de excelente nivel. Por eso resulta interesante mostrar la obra de tres arquitectos jóvenes que saben como pocos generar proyectos de interés.
Federico Kelly, Paula Lestard y Hernán Maldonado tienen su estudio en el último piso de una casa en el coqueto barrio de Palermo Chico. Desde ese lugar ya han demostrado que saben todo lo que un arquitecto debe saber: traducir el texto de un programa de necesidades en propuestas arquitectónicas, y además mostrarlas bien.
¿Cómo lo hacen? En los últimos años estos arquitectos, que recién empiezan a transitar los treinta años y acaban de ser premiados con el Premio Vitruvio, intervinieron en casi todos los concursos mas importantes de nuestro medio, y desde el año pasado también lo hacen en concursos internacionales.
Ellos identifican un momento de cambio cuando ganaron un primer premio, para la sede del Poder Judicial en Comodoro Rivadavia. Luego vino un segundo premio en otro concurso idéntico, también en sociedad con el estudio Baudizzone y Lestard, en Mendoza. Entonces juntaron fuerzas y hasta hoy no dejan concurso sin entregar.
El de la Sede para la Asociación de Hoteles les trajo un segundo premio y el sabor amargo de casi llegar a ganar solos un concurso de la SCA.
K.L.M. conforma un grupo sólido. Con un manejo de imágenes digitales impecable, vuelcan al papel nuevas ideas y resumen con esquemas los desarrollos y los diagramas de los edificios de manera impecable. Sin duda pertenecen a la generación de arquitectos cuya herramienta es la computadora y no hay otra alternativa. El manejo es indudable. Son parte de una nueva forma de trabajar y ahora con la caída de la última barrera que eran las distancias, con el uso generalizado de los mails, no dudan en hacer propuestas para lugares más que distantes.

Obras construídas
Parte del éxito consiste en alternar trabajos profesionales en countries y barrios cerrados a la par de los concursos. Su obra más destacada es el Salón de Usos Múltiples en Cañuelas para el Club La Martona (fotos). Un gran edificio en donde demostraron que son capaces de materializar sus ideas. Todo un ejemplo para estos tiempos en donde la concreción de una obra está reservada para los grandes estudios. Junto con Blinder y Janches proyectaron un edificio para viviendas en Arce 223 con el que ganaron el premio bienal SCA-CPAU en el 2000.
Aires renovados para una disciplina que intenta sobrevivir pese a todo.