Este martes se realizó el Té del Molino, para llamar la atención sobre el feo limbo en que se encuentra el edificio de Callao y Rivadavia. Los organizadores de Basta de Demoler hasta se pusieron el moño y sirvieron el té a la sorprendente cantidad de gente que se presentó a participar. Entre otros estaban los diputados nacionales Horacio Piemonte y Adrián Pérez, los legisladores porteños Eduardo Epszteyn, Raúl Puy y Ruben Campos, la ex legisladora Teresa de Anchorena, el defensor del Pueblo porteño adjunto Gerardo Gómez Coronado y la secretaria de la Comisión para la Preservación del Patrimonio Histórico y Cultural, Mónica Capano. Como ya se informó, el plan básico es expropiar de una vez el edificio, reabrir en concesión la confitería y destinar el resto a usos culturales y administrativos.

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En La Plata hay una tremenda contraofensiva contra el patrimonio, que fue protegido hasta de prepo por el ex intendente Julio Alak, como relata en detalle nuestro columnista Facundo de Almeida en la página 2. Pero los vecinos se están organizando para frenar un negociado mayúsculo y particularmente abrasivo de sus concejales. Ya realizaron una reunión frente a una casa histórica en la calle 10 y el lunes a las 18 vuelven a hacerlo por invitación del Icomos, la ONG de preservación internacional. El encuentro de pasado mañana es en el playón del Teatro Argentino, en la esquina de 9 y 51. El objetivo es que los interesados en el patrimonio se conozcan y coordinen acciones y estrategias para frenar a los depredadores.

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El escándalo del teatro Opera no para de crecer y ya está tomando proporciones realmente vergonzosas para el Citibank. Esta semana, una usuaria de Facebook publicó que había dado de bajo su tarjeta de ese banco como protesta por el cambio de nombre del teatro, y que le había detallado a Atención al Cliente sus razones. Por otro lado, Basta de Demoler y Eternautas convocan para hoy a las 20 en la puerta del teatro en la calle Corrientes, para explicarle al público que entre al teatro Opera el calibre de la barbaridad cometida por el banco. Enrique Pinti y Antonio Gasalla se sumaron a las protestas, como ya lo hicieron Susana Giménez y Mirtha Legrand. El caso de esta última es particularmente meritorio porque ella fue la madrina del “nuevo” teatro, pero terminó admitiendo su error en cámara, algo que evidentemente no puede hacer el ministro porteño de Cultura Hernán Lombardi, que sigue sin decir ni pío sobre el tema.

La Legislatura porteña fue mucho más ágil que el Ejecutivo y este jueves votó un pedido de informes sobre el cambio de nombre, a partir de un proyecto presentado por el diputado porteño Sergio Abrevaya. El pedido es claro: ¿Se acordó Cultura de hacer cumplir la ley 2548 de protección al patrimonio? Buena pregunta. Abrevaya ya había presentado un proyecto para que el teatro construido en 1936 fuera catalogado con el grado Estructural.

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La Proto Comuna Caballito está festejando dos golazos. Resulta que la Universitat Oberta de Catalunya y la Sociedad Central de Arquitectos presentaron sendos informes técnicos respaldando el proyecto de hacer un Parque del Bicentenario en los terrenos de la vieja playa de maniobras del ferrocarril Sarmiento, una vieja aspiración del barrio. El informe catalán lo avala el prestigioso urbanista Jorde Borja. La Proto Comuna recuerda además que el Ejecutivo y el bloque PRO de la Legislatura siguen como los tres monitos –no habla, no escucha, no ve– respecto del proyecto de crear el parque presentado por Martín Hourest con respaldo de once de los doce bloques de la Legislatura.

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El ministro Lombardi tuvo otras cosas que hacer esta semana. El ombudsman adjunto Gerardo Gómez Coronado, muy preocupado por temas de patrimonio, le había enviado un pedido de informes en nombre de los vecinos de San Telmo–Parque Lezama preguntando si se pensaba demoler la Escuela Taller de la Ciudad en Paseo Colón, para ensanchar la avenida. La buena noticia es que Lombardi contestó rápidamente que no, que la ciudad piensa mantener su escuela de oficios perdidos en el arte de la construcción. Esta semana, Lombardi tendrá que contestar otro pedido de informe, éste sobre esa maravilla patrimonial a punto de romperse que es la Società Unione Operai Italiani de la calle Sarmiento. Esta espectacular pieza del Art Noveau itálico está lista a caerse y, según informaron a m2 vecinos que pasaban, estaba siendo saqueada de elementos arquitectónicos. A fines de marzo, Gómez Coronado y la arquitecta Laura Weber visitaron el lugar, por invitación de Unione e Benevolenza, dueña del predio. Esta semana, el defensor adjunto pidió al director ejecutivo de la Agencia Gubernamental de Control, Raúl Ríos, que se compruebe si hay en el lugar obras sin autorización y que se preparen obras para salvaguardar el edificio. Y en la misma resolución 1271 le pide a Lombardi que “contribuya” a preservar el edificio en función de los poderes que le da la ley 1227 y que nunca se animó a utilizar. No sea que se enoje Daniel Chaín, el Majestuoso ministro de Desarrollo Urbano –y de Piantar Votos–.