La historia de Contenido Neto es la de dos diseñadores industriales, Alejandro Sarmiento y Miki Friedenbach, pero también la de todos nosotros. Es la de un país que se desangra y que tiene que encontrarle una razón de ser más digna o redituable a la basura. Así, cual cartoneros intelectuales buceando entre desechos, los dos socios descubrieron el alto potencial del PET, la resina plástica con la que están hechas las botellas.
“El año pasado nos pareció que el gran tema en cuestión era el reciclaje o la resignificación de ciertos objetos. Pero, sobre todo, si esta resignificación podía dar respuesta a una franja importante de nuestra sociedad que se encuentra marginada y subsiste vendiendo a muy bajo valor de mercado residuos que se encuentran en la vía pública. De nuestra parte surgió la necesidad de generar no un negocio sino un proyecto para entregar y ofrecer así, de parte del diseño, alternativas a este problema”, explican Sarmiento y Friedenbach.
Así fue presentado el proyecto al Centro Metropolitano de Diseño, que después de un primer instante de dudas por tratarse de un tema tan sensible, se fascinó con la idea ya que cerraba a la perfección con uno de sus principales estandartes: “El diseño como valor agregado”.

El arte de reciclar
“La idea madre fue que toda esa gente que vive de la materia prima que saca de la basura, en vez de venderla por su peso pudiera hacer algo para multiplicar entre mil y diez mil veces su valor. Y a la vez, producto de este trabajo, pudieran ir más allá y reinsertarse en el sistema productivo”, explica Friedenbach.
Sarmiento, quien además de especialista en distintos productos, diseño para empresas y escenografías para TV, siempre rondó el arte, tenía desarrollada una herramienta que venía justo para la apuesta: “Se asemeja a un utensilio que utilizaban los gauchos para lograr un mejor aprovechamiento del cuero crudo. Con él (una especie de trincheta) cortaban tiras, tientos, de un espesor constante y del grosor que uno desee”, cuenta.
Hoy, esa herramienta permite sacar de una botella entre 15 y 30 metros de cinta plástica que se puede trabajar en distintos procesos. Cestería, tejido con agujas, telar o crochet, o hasta termoformar simplemente con agua caliente. La propuesta es un reciclaje artesanal, fácil, totalmente accesible, que abra las puertas a un nuevo oficio. Técnica infinita, por otra parte, ya que esta herramienta permite además recuperar otros materiales como cámaras de goma o latas de aluminio.

Las mil y unas caras del PET
Cepillos, escobillones, saleros y pimenteros, individuales, manteles, cortinas, tendederos de ropa, corrales de aves, bolsos, carteras, bijouterie, juguetes, lámparas y distintos muebles como sillas, mesas y banquetas son las distintas formas que va tomando el PET. Si bien en un comienzo la idea no está centrada en las construcciones finales, la resolución de ciertas piezas sirvió de fuente de inspiración para tentar al público más variado.
“Desde los primeros días de la muestra en el CMD, que fue visitada por más de 3.000 personas, la gente comenzaba a regocijarse con esto de tener basura. Las técnicas despertaban la imaginación invitándolos desde un primer instante a ir por más y generar ellos mismos (diseñadores y sobre todo amateurs) sus propios procesos”, cuenta Sarmiento.

Diseño social
Contenido Neto es, entonces, un puente entre el diseño y la más cruda realidad. “Tal vez, Contenido Neto sea una metáfora de aquello que de alguna forma percibimos todos los días: una sociedad que reconstruye sustramas, sus tejidos y sus proyectos con los jirones de lo que hasta no hace mucho tiempo supimos ser, un gran envase vacío”, sentenciaba con motivo de la exposición Adrián Lebendiker, Coordinador General del Centro Metropolitano de Diseño.
“Hoy la labor de los diseñadores está orientada a lo que mejor saben hacer: ver las potencialidades de los materiales y las cosas, desarrollar herramientas y/o materia prima con lo que se puede diseñar. En este sentido, la propuesta de Contenido Neto no es una operación ingenua ni utópica. Aquí simplemente los diseñadores han profundizado su agudeza perceptiva: si no hay posibilidad de nuevos insumos, miremos dónde los podemos ubicar. El transformar una botella de PET en una cinta para tejer y realizar artesanías o diseños, no es una mirada inocente, ni casual, ni resignada, ni folklórica. Es sólo una mirada profesional de gente formada, responsable e inteligentemente especulativa”, señalaba también desde el catálogo de la muestra Ricardo Blanco, docente, entre otras cosas, de la Carrera de Diseño Industrial.
“El buen diseño siempre te permite salir de la obviedad. Descubrir nuevos caminos frente a lo que ya hay. En este país inestable, que siempre requiere de un plan B, saber buscar un camino lateral es una gran solución”, resumen los entusiastas Sarmiento y Friedenbach, que siempre van por más y hoy invitan a todo aquel interesado en este material a tomar la posta del diseño.
“Hoy sólo se trata de continuar con el desafío e impregnar más que nunca de realidad nuestra imaginación”, señalan.

Contenido Neto: www.xk.com.ar/contenidoneto, [email protected]