El Fuerte Barragán, construido en 1736 en lo que hoy es el Partido de Ensenada, en las cercanías de la ciudad de La Plata, tuvo un importante papel en muchas de las batallas de defensa del Río de la Plata del siglo XIX gracias al poderío de sus cañones.

En la actualidad quedó emplazado a más de 1500 metros de la costa, debido a que los sedimentos se depositan constantemente en la ribera del río y provocan que se vaya alejando cada vez más de la orilla. Su pasado heroico tuvo como hito fundamental los hechos ocurridos el 24 de junio de 1806, cuando Santiago de Liniers, al mando de la batería, rechazó el intento de desembarco de las tropas inglesas del general Beresford.

Por estos días, el fuerte vive horas de convulsión. Una organización no gubernamental de la zona, y las autoridades de la Municipalidad de Ensenada, debaten las obras de restauración del histórico Fuerte Barragán.

Una vez más queda demostrado algo que todavía algunos funcionarios se niegan a reconocer: el patrimonio arquitectónico ya no es una cuestión que se pueda resolver detrás de un escritorio, a espaldas de los ciudadanos y a pocos o cientos kilómetros de distancia.

La ONG Nuevo Ambiente afirma que los trabajos afectan el patrimonio histórico del Fuerte, aunque desde el municipio insisten en que la tarea la llevan a cabo reconocidos restauradores. Ambas afirmaciones podrían ser ciertas al mismo tiempo. La organización vecinal emitió un comunicado de prensa donde advierte que los trabajos consisten en la remoción de hileras de ladrillos históricos y el revoque de una de las garitas de guardia. Las afirmaciones de los vecinos parecen tener asidero, sobre todo porque el secretario de Hacienda de la Municipalidad de Ensenada, Hugo Snider, admitió que se están poniendo ladrillos nuevos, pero elaborados con la misma materia que los históricos.

Es decir que, como denuncia la organización, más que una restauración en realidad se está desarrollando una reconstrucción, opción desaconsejada en los documentos internacionales referidos a la preservación patrimonial. Estos acuerdos suscriptos por la Argentina, como nos hemos cansado de repetir en estas páginas, no son simples y bellos resultados ornamentales de la gira de algún canciller o funcionario diplomático. Son documentos legales que obligan al Estado argentino en todos sus niveles y que deben ser cumplidos. Más aún por parte de los funcionarios, porque de lo contrario su conducta se encuadraría en un artículo del Código Penal que sanciona con prisión e inhabilitación el incumplimiento de sus deberes, sumado en este caso al delito de daño agravado por tratarse de un bien cultural.

Pero no sólo los tratados internacionales en materia de preservación protegen al Fuerte Barragán, también la ley 12.665, porque se trata de un Monumento y Lugar Histórico Nacional protegido desde 1942 por el Decreto 120.411 y Monumento Histórico Provincial por la ley 11.242 de la provincia de Buenos Aires. Es claro que la Municipalidad de Ensenada no tiene potestades para intervenir en ese bien patrimonial, sin la obligatoria y previa intervención de la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos. Ese es el lugar donde debe probarse la solvencia de los restauradores involucrados y la adecuación de las técnicas y materiales propuestos para la restauración, y no con declaraciones a los medios de comunicación, luego del reclamo popular, como han hecho los funcionarios municipales.

La denuncia de los ciudadanos de Ensenada justamente tiene que ver con la falta de intervención de ese organismo nacional, razón por la cual el diputado nacional Horacio Piemonte se dirigió en forma urgente a la Comisión Nacional para solicitar su inmediata intervención, para que se detengan las obras hasta que se realice la evaluación que corresponda y se autorice la obra tal como marca la ley.

Esperemos que no lleguen demasiado tarde...

* Lic. en Relaciones Internacionales. Magíster en Gestión Cultural. Docente del Master en Gestión Cultural en la Universidad de Alcalá de Henares y del Programa de Conservación y Preservación del Patrimonio en la Universidad Torcuato Di Tella, http://facundodealmeida.wordpress.com