El año histórico
Con un presupuesto de dos millones de pesos y un efecto multiplicador que puede repetir el que generó la calle Balcarce, el Casco Histórico puede tener un excelente año 2003. La Secretaría de Cultura de la Ciudad lanzó esta semana su Año del Casco Histórico con un programa de obras y eventos que se va a concentrar en el circuito institucional que va de Avenida de Mayo a Independencia, y de Perú a Balcarce.
Hay algunas obras que son básicas, como los arreglos de veredas y el mejoramiento de la iluminación, y hay otras que pueden tener un efecto motor. De los 803 edificios catalogados como patrimoniales en el sector, se completará la restauración de la Dirección de Enseñanza Artística, en Perú y Belgrano, y se abrirán al público nuevos sectores ampliados y restaurados del edificio de La Prensa. Luego se sigue con el museo Fernández Blanco y varias cúpulas de la Avenida de Mayo.
Si todo funciona como en la experiencia del circuito de Balcarce y Chile, el efecto se va a notar. En ese lugar, la Ciudad restauró unos pocos edificios simbólicos y reparó calzadas, veredas e iluminación. Los vecinos y comerciantes invirtieron cuatro veces más en sus viviendas y locales, y el sector renació.
La iniciativa se acompaña de algo que parece ser la especialidad de la Secretaría: habrá una movida. Así como el espacio de Artes y Oficios puso en el mapa a la renovada calle Balcarce, las áreas privilegiadas este año tendrán festivales, una fiesta de la historia y un libro sobre ese tema. El remate será un espectáculo de historia sonora a realizar en la Plaza de Mayo usando grabaciones de archivo.
Otro efecto de esta iniciativa será integrar mejor el Casco Histórico a otro polo de atracción cercano, Puerto Madero.